La Fiscalía detectó sobornos de S/ 7.5 millones en cuatro empresas del Club de la Construcción. El Equipo Especial Lava Jato maneja la hipótesis de que Carlos Paredes, exministro de Transportes, fue destinatario final.

Redacción Wayka

Esta semana el fiscal Germán Juárez Atoche, del Equipo Especial Lava Jato, pidió 18 meses de prisión preventiva para cuatro miembros del denominado Club de la Construcción. Uno de ellos fue José Paredes, hermano de Carlos Paredes, quien fue titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) durante la gestión de Ollanta Humala.

Hoy, Diario Gestión reveló que el fiscal Juárez detectó coimas por 7.5 millones de soles en las empresas Cosapi, OAS, Monta Engil y Conalvias. La hipótesis fiscal es que Carlos Paredes Rodríguez sería el destinatario final de estos sobornos.

Cabe recordar que, según la Fiscalía, el Club de la Construcción estaba conformado por alrededor de 18 empresas constructoras nacionales y extranjeras. Estas coludían entre sí para repartirse proyectos convocados por Provías Nacional, unidad ejecutora del MTC.

Un ministro en el club

En ese esquema, Carlos Paredes estaría a la cabeza. Con su hermano y el exasesor del MTC Carlos García Alcázar como intermediarios, el exministro habría coordinado con las empresas del club para que se les adjudiquen concursos públicos y licitaciones.

Rodolfo Prialé de la Peña, representante de las empresas constructoras, sería quien se encargaba de hacer el pago de los sobornos a García. Él entregaba el dinero a José Paredes y este a su hermano.

Según información de El Comercio, los montos a pagar estaban distribuidos así: 2.35% para Carlos Paredes, 0.15% para Rodolfo Prialé y 0.5% para los miembros del comité de contratación.

El fiscal Juárez Atoche sospecha que se habrían entregado aproximadamente 17 millones de dólares.

De acuerdo al reporte de llamadas de Paredes obtenido por la Fiscalía, el exministro se habría comunicado hasta en diez ocasiones con Carlos García para exigir que se le entregue el dinero acordado. Todo ello una vez firmados los contratos que beneficiaban a las constructoras.