Exigen justicia. A nueve meses de denunciar públicamente más de 16 casos de agresiones sexuales por parte de Juan Borea Odria, exdirector del Colegio Héctor de Cárdenas, ocho de las víctimas concretaron la denuncia penal por tocamientos indebidos cuando eran niños.
Como se recuerda, a raíz de la primera denuncia pública de Rafael Salgado, quien en febrero de este año confesó a través de sus redes sociales ser víctima de Borea, decenas de exalumnos declararon también haber pasado por los tocamientos del exdirector.
«Juan Borea me usó para su placer cuando yo solo era un niño, tenía menos de 10 años. ¿Qué lo llevaría a pensar que yo no diría nada en esa época? Quizás que a mi padre que fue militante del MRTA lo asesinaron, quizás que era muy pobre también y claro que necesitaba mucho estudiar, salir adelante, pero nada justifica eso», declaró Rafael meses atrás para los medios.
El más joven de los denunciantes, Alonso Marañon, confesó que desde 2001, cuando tenía once años y cursaba el primer grado de secundaria, fue víctima de los abusos de Juan Borea, quien entonces era el director de la institución educativa.
A principios del 2017, a raíz de la ola de denuncias en redes contra Borea, Alonso descubrió que otros alumnos también habían pasado experiencias similares a las suyas. En su defensa, Borea especificó que los tocamientos solo consistían en cosquillas y rechazó que se trate de un delito contra la libertad sexual.
Rodrigo Gutiérrez también contó ser víctima de Borea desde cuarto de primaria. “Fue una desilusión que una persona que era un referente (…) Borea tenía un gran control sobre el colegio, era respetado y temido (…) Era abusivo, gritaba, insultaba y hasta llegó a patear a alumnos”, dijo Gutiérrez al describir al denunciado.
«Siempre andaba con problemas de conducta por lo que me enviaban a la dirección (…) En ese momento, este sujeto te daba dos opciones: suspensión en donde tenías que ir a tu casa por dos días y lidiar con tus padres (…) o sino te decía que podía resolverse con unas ‘cosquillas’ (…) Pedía que apoyes tu pie en su pierna y empezaba a hacer cosquillas en la planta (…) seguía intensamente con las cosquillas hasta que sentías que tu pie chocaba con algo duro y era el pene de Borea que estaba en el climax», contó Gutiérrez en marzo.
Dos años antes, Rodrigo Gutiérrez confrontó a Borea por los abusos cometidos. “Me dijo que estaba arrepentido y que nunca más lo había vuelto a hacer”, contó Rodrigo. Sin embargo, se descubrió que la mitad de hombres de cada promoción había sido víctimas sexuales de Borea.
Lo mismo hicieron los demandantes Gabriel Acevedo y Daniel Kudo, quienes fueron víctimas de Borea a los 8 y 12 años respectivamente.
Meses atrás, Daniel Kudo narró a la prensa que, en una de las reuniones privadas que tenía de niño con Borea, este le planteaba dos opciones: la suspensión o un castigo físico. La primera vez, cuenta Kudo, fueron cosquillas en la axilas. Las siguientes, como fue el caso de otros exalumnos, fueron cosquillas en la planta de los pies.
«En algunos de estos episodios recuerdo cierta limitada desnudez: él en shorts o calzoncillos y sin zapatos, y yo probablemente en buzo subido hasta las rodillas. Recuerdo su sonrisa…», dijo Acevedo tiempo atrás, quien luego de la denuncia pública de Rafael Salgado, también decidió revelar los tocamientos indebidos perpetrados por Borea.
Por su parte, Kudo recordó al público que Borea había sido enviado de retiro a Puno en 1999 tras una investigación en su contra por el mismo motivo por el que se le denuncia actualmente. “Juan Borea tiene el descaro de hacerse llamar cristiano. Quizás sea tan cristiano como Figari”, finalizó Kudo.