Congresistas comerán más y mejor, mientras más del 50% peruanos sufre de inseguridad alimentaria
Desde mayor cantidad de proteínas hasta postres selectos. El parlamento solicitó mejoras en su contrato de alimentación, que por 16 meses tiene el presupuesto de más de 1.6 millones de soles.
En medio de una crisis alimentaria en el país, los miembros del Congreso de la República piden una mejora en su nutrición y aprueban un nuevo contrato de alimentación con un aumento significativo en el costo y calidad de servicio, pues el nuevo buffet solicitado costaría 1.6 millones de los impuestos de los peruanos.
Según un reportaje de Cuarto Poder, a diferencia del acuerdo anterior, que tuvo un costo de 2 millones de soles por un período de 36 meses, este nuevo contrato ascenderá a 1.6 millones de soles, pero solo por 16 meses. El servicio cubrirá desayuno, almuerzo, cena y refrigerios adicionales durante sesiones plenarias, reuniones de comisiones y juntas de portavoces.
El buffet de lujo
Este buffet no solo cubrirá las comidas básicas. Como novedad, se ha incluido una prestación denominada «servicio de alimentación complementaria/extraordinaria en sesiones vespertinas», que ofrecerá bocadillos dulces y salados, incluyendo alfajores, brownies y trufas.
Otro factor que encarece el contrato es el aumento en las porciones de carne y proteínas. Según documentos del proceso de licitación, la cantidad de filete de res, pollo o pescado se incrementará de 120 a 130 gramos por porción, mientras que la chuleta de cerdo pasará de 180 a 200 gramos.
El número de servicios de alimentación también aumentará significativamente. En 2022 se brindaron 16.692 atenciones anuales, mientras que para 2025 se han proyectado 24.210, un incremento de 7.518 raciones adicionales. Además, el personal del comedor exclusivo también se incrementará de diez trabajadores a quince. El número de mozos pasará de dos a cinco y el equipo de cocina aumentará de dos a cuatro ayudantes.
Congresistas como Flavio Cruz y Waldemar Cerrón señalaron que, desde su parte, no han solicitado un cambio en su alimentación. Por su parte Jorge Montoya señaló que este pedido es responsabilidad administrativa de la Mesa Directiva y no de los congresistas. Según él, los congresistas no fueron consultados ni aprobaron la utilización de este servicio y se enteraron de su existencia a través de los medios.
¿Y la calidad de alimentación de la población peruana?
Mientras el Congreso exige alimentación de calidad, la seguridad alimentaria en Perú atraviesa una de sus peores crisis. Según un informe de las Naciones Unidas de 2024, el 51.7% de los peruanos, aproximadamente 17.6 millones de personas, padecen inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que significa que no tienen acceso regular a alimentos nutritivos en cantidad y calidad adecuadas.
El costo de vida en ascenso ha profundizado el problema. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Percepción de Desigualdades (Enades) 2024, la canasta básica aumentó un 14% en los últimos dos años, golpeando especialmente a las familias de bajos recursos. Para muchos peruanos, mantener una alimentación adecuada se ha convertido en un reto. En 2017, el costo promedio de una dieta saludable en el país era de 3.28 dólares por persona, cifra que se elevó a 4 dólares en 2022, dificultando aún más el acceso a una nutrición balanceada, en especial para quienes dependen de las ollas comunes.
Estos espacios comunitarios enfrentan un recorte drástico de presupuesto. A finales del 2024, la Red de Ollas Comunes de Lima denunció una reducción del 40% en los fondos asignados por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), lo que redujo la ración por persona de S/ 3.70 a S/ 2.22.
“Demandamos al Ministerio de Economía y al Congreso que se aumente el presupuesto para las ollas comunes por lo menos a S/4,50 por ración, lo que podría cubrir al menos una alimentación saludable”, sostuvo Fortunata Palomino, una de las líderes de la Red de Ollas Comunes, para La República.