No dan puntada sin hilo, dice una frase popular que bien puede aplicarse a este Congreso. De un momento a otro, el presidente del Parlamento convocó a una sesión plenaria descentralizada en Trujillo, con el objetivo –dijo- de escuchar las demandas de la población, pero esto no parece ser sino otra mecida que solo los beneficia a ellos. Sobre todo, ahora que queda poco tiempo para que las agrupaciones políticas hagan campaña para las elecciones del 11 de abril de 2021.

Las sesiones descentralizadas que se anuncian también en los próximos días en Arequipa, Puno, Ucayali y Madre de Dios, les cae como anillo al dedo a estos congresistas y sus partidos. ¿Será que a falta de tiempo para la campaña electoral y las restricciones del estado de emergencia por la pandemia, al parecer encontraron la mejor forma de hacer proselitismo, usando las sesiones plenarias descentralizadas y de paso con plata del pueblo? Piensa mal y acertarás, dice otro conocido refrán.

Varios congresistas cuestionaron que no se hubiera coordinado con anticipación la sesión descentralizada, pues no permitió recoger una “agenda más productiva” en beneficio de la región La Libertad. Basta con leer la agenda de la sesión plenaria en Trujillo que incluía la ‘prioritaria’ aprobación de un proyecto de ley para “Declarar a la imagen de la Inmaculada Vírgen de la Puerta de Otuzco, patrona de la espiritualidad religiosa”,y escuchar los discursos para dudar de la conducta de este Congreso.

El primer punto de agenda fue el “Proyecto de Ley 5166. Se propone declarar de necesidad pública e interés nacional la construcción del Instituto Regional de Salud del Niño – Categoría III 2 en la ciudad de Trujillo-La Libertad”. Aunque el título parezca rimbombante, lo cierto es que el Congreso no tiene capacidad de gasto y dicha construcción depende del Ejecutivo, por lo tanto, la aprobación por más que se hizo de manera unánime es puramente declarativa.

Ellos mismos lo confirman. La congresista Jesús del Carmen Nuñez de Frepap señaló que los cinco proyectos propuestos para la sesión eran declarativos, el parlamentario Ali Mamani de Unión Por el Perú sostuvo que la Mesa Directiva debía informar cómo y cuánto personal se trasladó a Trujillo, además de asumir la responsabilidad por las consecuencias de contagios que pudieran generarse en plena pandemia.

Otros no tuvieron empacho en echar flores a sus partidos y dar discursos electoreros. “Estamos bajo un yugo de un enemigo invisible y como hace 200 años pudimos vencer porque hubo unidad. Los alcaldes no deben estar pidiendo de rodillas y mucho menos en mi ciudad”, dijo Guillermo Aliaga de Somos Perú; mientras María Cabrera, de Podemos Perú, señaló que su partido “va donde los llaman y donde no nos llaman, llevamos víveres, medicinas y fumigaciones”. ¿Alguien dijo campaña?

A esto se suma una especie de portátil del congresista Miguel Vivanco de Fuerza Popular quien pidió al Ejecutivo más presupuesto para hospitales y al final de su discurso una voz se coló para gritar: ¡Bravo, Miguel! ¡Bravo! Y hacer barra por ese partido.

Toca vigilar muy bien los pasos del Congreso y no permitir algún intento de manipulación de las herramientas democráticas y las actividades oficiales de las instituciones del Estado para buscar réditos políticos.