En pleno estado de emergencia, Roberto Pacheco (Madre de Dios), Arbildo Meléndez (Huánuco), Gonzalo Pío (Junín) y Lorenzo Wampagkit (Amazonas) fueron asesinados por mafias de tala y minería ilegal.
La última víctima fue Roberto Carlos Pacheco Villanueva (34), quien recibió dos disparos el pasado 11 de setiembre mientras recorría su concesión forestal.
Él era hijo de Demetrio Pacheco, líder indígena que había presentado 8 denuncias por deforestación ante el Ministerio Público. La Defensoría del Pueblo informó que el líder ambientalista era amenazado por presuntos invasores relacionados a la tala de árboles y a la minería ilegal.
Esta muerte se suma a la de Lorenzo Wampagkit Yamil, ocurida en julio. Él era guardaparque durante 8 años de la reserva comunal Chayu Nain y fue asesinado en su casa, donde cumplía su licencia debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19.
En mayo fue encontrado muerto Gonzalo Pio Flores, defensor indígena asháninka, quien estuvo desaparecido durante 24 horas y fue hallado sin vida en una zanja.
En abril fue asesinado el apu Arbildo Meléndez, líder indígena Cacataibo, quien fue asesinado por invasores de tierras, según denunciaron organizaciones indígenas.
La Fiscalía Especializada en Materia Ambiental sostuvo que la tala, la minería ilegal y el tráfico de tierras a las que se enfrentan los defensores ambientales son liderados por mafias.