Por Rubi Andrade

El desastre ambiental por contaminación, que afectaría a la quebrada Conay, río Santa Eulalia y río Rímac, ocurrió el 30 de marzo, tras el desborde de desechos de la inactiva minera Huampar. Aún no se determina quién está a cargo de la remediación de los pasivos ambientales y las autoridades se reúnen para evaluar la declaratoria de emergencia ambiental en la zona.  

“Parece una mazamorra. En el río se solía pescar truchas, pero todo el relave minero se ha asentado como un mantel por debajo del agua”, describe Wilson García Cajavilca, presidente de la comunidad campesina del distrito de Huanza, en Huarochirí. 

Comunidades afectadas

La Mancomunidad Municipal del Valle Santa Eulalia, liderado por Cecilia Espinoza, reportó a fines de marzo que bloques y desprendimientos de relave minero de la Mina Huampar estarían contaminando los ríos, la flora y la fauna del lugar, en la parte alta del distrito de Huanza, en la cuenca del Valle de Santa Eulalia.

Desde el derrame de los desechos mineros, 19 comunidades campesinas que se dedican a la ganadería estarían siendo afectadas por la contaminación, así como 9 distritos (Huanza, Carampoma, San Juan de Iris, Huachupampa, San Pedro de Laraos, San Pedro de Casta, San Antonio de Chaclla, Callahuanca y Santa Eulalia).

Fotos: Departamento de Dignidad Humana de la Pastoral Social de la Diócesis de Chosica.

“Recién cuando han abierto los caños de sus domicilios en la comunidad campesina de Huanza, se  han percatado que el agua era de coloración grisácea y contenía relave minero”, señala Gabriela Flores, integrante del Departamento de Dignidad Humana de la Pastoral Social de la Diócesis de Chosica, una de las organizaciones que ha contemplado este desastre ambiental.

Según el acta de la reunión de la  mesa de trabajo del 19 de abril sobre el derrame del pasivo minero,  el Ministerio de Energía y Minas se ha comprometido a realizar una visita técnica en la zona el martes 26 de abril para evaluar los 25 pasivos ambientales de la Unidad Minera Huampar y evaluar la magnitud del desastre ecológico. 

Acuerdos del acta de la reunión del 19 de abril sobre el derrame de relave del pasivo ambiental minero.

Asimismo, la OEFA se ha comprometido a entregar los resultados de la muestra que tomó de la zona el pasado primero de abril de este año, tras reportarse el desastre ambiental. 

Además, en la reunión se dio cuenta de las dos toneladas de trucha muerta, así como la posibilidad de que los sembríos aledaños a la zona se puedan contaminar, reporta Manlio Alvarez Soto, representante de la Defensoría del Pueblo.   

Las huellas de la minera Huampar 

“La minera Huampar ya no existe como unidad minera, lo que existen son sus pasivos ambientales. Se está determinando hacer el análisis de las resoluciones que el Ministerio de Energía y Minas emitió en su momento para determinar la condición de ese pasivo ambiental. Aún queda un tema de discusión sobre quién es el responsable de la remediación de pasivos ambientales”, explica Alvarez Soto, representante de la Defensoría del Pueblo. 

La minera está situada a 4600 m.s.n.m. en el distrito de Huanza. Paralizó sus operaciones desde el 2001 aproximadamente. “Los análisis técnicos realizados sobre ese lugar revelan la presencia de plomo, arsénico y ácidos que envenenan las aguas de la citada fuente hídrica”, según reporte de El Peruano.

Al respecto, la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Rímac reportó que:  “Los agricultores se sienten afectados porque el uso del  agua era  para el riego, para la agricultura. En ese sentido, también nos vemos afectados porque se va a distribuir un agua que está contaminada, como consecuencia tendrían problemas en la agricultura y en su economía. La Mancomunidad de Huanza es la más afectada”. 

Por otro lado, el representante de la Defensoría del Pueblo, Alvarez Soto advierte que: “Lima se ve involucrada porque la carga de metales pesados que podría caer al Río Rímac, puede contaminar a la ciudad”.

Fotos: Departamento de Dignidad Humana de la Pastoral Social de la Diócesis de Chosica.