Un estudio realizado en 12 ciudades a nivel mundial, incluida Lima, reveló que la crisis generada por la pandemia golpeó a los sectores más vulnerables como los ambulantes, los canillitas, los recicladores y las trabajadoras del hogar. Según las cifras obtenidas, dos de cada tres hogares padecieron hambre debido a que se quedaron sin ingresos durante los meses de cuarentena.

El informe “La crisis de la COVID-19 y la economía informal. Trabajadoras y trabajadores en empleo informal en Lima, Perú” ha sido publicado por la organización internacional WIEGO y se realizó entre los meses de junio y julio 2020. La investigación compara la situación económica y laboral de los sectores más vulnerables con el período antes de la pandemia.

Los resultados del estudio reflejan la precariedad en la que aún se encuentran miles de familias que dependían del trabajo diario para subsistir. De las 12 ciudades analizadas, Lima es la que presenta las situaciones más duras. El 61% de hogares con niñas y niños reportaron que no tuvieron qué comer.

Las recicladoras han sido unas de las más afectadas por la crisis generada por la pandemia. foto: WIEGO

Antes de la pandemia, las trabajadoras del hogar recibían como promedio un sueldo diario de S/ 52; sin embargo, al retomar labores al finalizar la cuarentena (entre los meses de junio y julio), sus ingresos diarios disminuyeron a S/ 20 diarios. Lo mismo sucedió con las personas que trabajaban en comercio en la vía pública, canillitas y recicladores, sus ingresos diarios descendieron hasta en 60%.

Del total de personas encuestadas en el estudio, 73% agotó todos sus ahorros para poder sobrevivir el periodo de aislamiento social y 56% pidió apoyo financiero a familiares, amigos o vecinos. Solo la mitad recibió alguno de los bonos del Estado, mientras que solo el 21% recibió víveres del municipio.

Se estima que hay 400 mil personas trabajando en comercio ambulatorio en Lima Metropolitana. Así como 185 mil trabajadoras del hogar y entre 3 mil y 6 mil canillitas. Estos grupos, junto a los que trabajan en reciclaje, son los que continúan enfrentando el hambre hasta ahora.