La campaña #OscarSoWhite (los Oscars tan blancos), que denunció hace dos años las nulas y escasas nominaciones de cineastas y reparto afroamericanos al premio de la Academia produjo una significativa visibilización y valorización de películas en diversidad en los Estados Unidos, pese a la adversidad de la era Trump. Esta demanda social al poco inclusivo Hollywood de disfraz progresista logró que diversos cineastas afrodescendientes, hombres y mujeres, sean reconocidos en su labor, y ejemplo de ello se revela en los Oscars a Luz de Luna o ¡Huye!, y en el éxito en la taquilla de Pantera negra, que ya se ubica en el noveno lugar de los films más vistos en la historia del cine de ese país.

Si bien se trata de contextos distintos, ya que en EE.UU. la población afroamericana es numerosa, y en cuanto a la industria de Hollywood se han establecido diversos gremios que resguardan sus derechos laborales y profesionales, en Perú estamos a años luz de lograr una sensibilización de resultados mediáticos y sociales de ese calibre. Lo que queda claro es que el cine peruano no es el mejor ejemplo de diversidad y más bien aun cuando sigue encerrado en prejuicios racistas y clasistas, que parecen difíciles de resolver. Veamos.

¿Hay protagonistas afros en el cine peruano? Sí, pero como parte de historias donde se afianzan estereotipos sobre el criollo pícaro e infiel, y donde personajes machistas y racistas no favorecen en nada a la consolidación de una comunidad afro con más presencia en el audiovisual. Que existan protagonistas afrodescendientes hombres en films peruanos podría verse como un avance en cuestiones de diversidad e inclusión. Pero cuando se trata de películas como Macho peruano que se respeta o Gemelos sin cura, ambas comedias populares dirigidas por Carlos Landeo, y protagonizadas por Carlos Vilchez y Melcochita, respectivamente, la premisa hace agua.

En Guerrero de Fernando Villarán, el biopic sobre el futbolista peruano, Tondero hizo posible el protagonismo del pequeño actor Rony Shapiana, sin embargo el vergonzoso blackface de Magdyel Ugaz como Peta, la mamá de Paolo, hizo retroceder al cine peruano a los tiempos del Ku Klux Klan, sobre todo porque se afirmó de esa manera que en el país no había ni una sola actriz afrodescendiente que pudiera encarnar ese papel. Es decir, la imposibilidad de la autorrepresentación (que también es común en personajes andinos, donde a actrices de rasgos mestizos o blancos las disfrazan para que encarnen a mujeres de la sierra peruana).

Pero hay una excepción: Olenka Cepeda encarnando a María Elena Moyano, en Coraje de Chicho Durant, es quizás el único personaje protagonista afroperuano que escapa de alguna manera a la tara del estereotipo y la burla. Es un film realizado en el año 1998 y hasta la fecha no ha habido otra experiencia similar. Y como Guerrero, el perfil de la protagonista responde a la exigencia del biopic, como género que recoge pasajes de la vida de una persona de la vida real. Hasta la fecha es inexistente en el cine peruano un protagonista afro que no responda a esta exigencia racial propia del film biográfico. Estamos lejos de un Blade, o de esos films de acción encarnados por Denzel Washington, donde actores afros encarnan papeles que no están condicionados por sus rasgos.

En el cine peruano la disyuntiva es compleja. Por un lado, no tenemos casi cineastas afroperuanos, a excepción del fallecido Fernando Espinoza y su labor como sonidista y director como parte del grupo Chaski, y por otro, la presencia de actores y actrices afros es reducida. Es quizás Américo Zúñiga, que aparece en la reciente Django, sangre de mi sangre o en Once Machos, uno de los actores más diversos y con más presencia, aunque mayoritariamente encasillado en papeles secundarios de buena gente.

Sobre cómo se ha venido representando a los personajes afrodescendientes en el cine peruano, el blackface queda como el episodio más nefasto, pero si retrocedemos en el tiempo y si recordamos el cortometraje Los Amigos de Francisco Lombardi, como parte del film Cuentos inmorales, de 1978,  donde un grupo de amigos tacneños, que se reúne luego de años en un bar, descubre que el “Negro” del grupo no es macho como ellos, marcando así otro tipo de sensibilidad para abordar estos papeles. Si bien el film de Lombardi es una crítica a algunas taras generacionales y a la visión del “criollo pendejo” del Perú costero de finales de los setenta, también sería impensable un abordaje similar en el cine actual. Las redes lapidarían al director de No se lo digas a nadie por esa designación de lo afroperuano como doblemente marginal, marcado por el “problema” de ser negro y encima gay.

Como pasa con la presencia de personajes trans, hay aún mucho camino por recorrer para liberar a los personajes afros del estigma racial, y lograr que el cine peruano comercial no se limite al estereotipo como elemento definitorio para el diseño de sus personajes.

EN CARTELERA

En la penumbra. Ingresó a la cartelera hoy una película del cineasta turco alemán Faith Akin, que tuvo premio a mejor actriz en el festival de Cannes del año pasado. Pese a algunos reconocimientos internacionales, se trata de un film flojo sobre una mujer (Diane Kruger) que quiere vengar el asesinato de su esposo, en un contexto de racismo y nazismo en la Alemania actual. Un drama efectista y manipulador.

Puntuación: 1

La rueda de la maravilla. La polémica surgida por el contexto del estreno de este nuevo film de Woody Allen, ya que muchos del reparto devolvieron su sueldos ganados ya que les avergonzaba haber trabajado bajo la batuta del denunciado director, ha mellado la posibilidad de que el film sea más visto. Perú no es la excepción, tanto que apenas queda en una sala de la capital a una semana de su estreno. Pero no queda claro si esta situación de poca expectativa se deba al  tema de denuncias sexuales o porque ya el cine de Allen ha perdido vigencia e interés. Lo que sí es concreto, es que solo quedan algunos días para poder evaluar el nivel creativo de este cuestionado cineasta, que prácticamente viene realizando un buen film cada cinco años dentro de su prolífica carrera.

Puntuación: 4