«Violentistas» y «hordas terroristas» fueron las palabras que utilizó el actual primer ministro Gustavo Adrianzén Olaya para referirse a la protestas de los ciudadanos del Valle del Tambo que rechazaban el proyecto minero Tía María en Arequipa. En 2015 se desempeñaba como Ministro de Justicia y Derechos Humanos del gobierno de Ollanta Humala.

Jair Sarmiento

En 2015 había vuelto a avivarse el conflicto social en Tía María en la provincia de Islay, de Arequipa, y el actual primer ministro Gustavo Adrianzén Olaya se desempeñaba como titular del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del gobierno de Ollanta Humala. Siendo precisos, ocupó el cargo entre el 2 de abril y 20 de octubre de aquel año.

Los ciudadanos del Valle del Tambo se opusieron a tal proyecto minero pues indicaron que habían encontrado deficiencias en los estudios de impacto ambiental, y temían que ello afecte su recurso hídrico y el suelo agrícola. Asimismo, también se preocuparon por los cuestionamientos, de carácter ambiental, a la empresa Southern Cooper Corporation.

En ese contexto, el 24 abril de 2015 se hizo viral el video de un agente de la Policía Nacional del Perú (PNP) que parecía sembrar armas de púas metálicas (conocidos como ‘miguelitos’) a un ciudadano que salió a protestar contra el proyecto minero Tía María.

Sobre ese hecho, Adrianzén dijo que: «Estas prácticas no tienen nada que ver con la conducta regular de los efectivos de la Policía Nacional. Se trata de un hecho aislado«. Sin embargo, el conflicto siguió escalando y el gobierno de Ollanta Humala decretó en mayo de 2015 un estado de emergencia que dio aval para que las Fuerzas Armadas salieran a apoyar a la Policía en su estrategia de represión.

En una entrevista con RPP, Gustavo Adrianzén saludó esta medida, calificó a los manifestantes como «violentistas» y comparó las protestas con el terrorismo durante el conflicto armado interno en Perú.

«Los remedios a veces son amargos, pero son necesarios. La declaratoria del estado de emergencia lo entendemos como el último ratio, la última razón…cuando uno se enfrenta con fundamentalistas, con violentistas…El día de ayer la violencia ha llegado a extremos que nos hacen recordar los años más oscuros de la violencia en el Perú. Ayer se ha atacado una comisaría con dinamita», mencionó.

Adrianzén se refería a la comisaría de Cocachacra. Sobre este suceso, los manifestantes, entre ellas una pobladora, denunció que la propia Policía había ocasionado tal incendio. Los ciudadanos que protestaban también detuvieron policías infiltrados. Luego de esto, la propia Policía también denunció que habrían infiltrados en las protestas que ocasionaban estos ataques.

Gustavo Adrianzén también mencionó su preocupación por las cosechas de los arroceros y nuevamente comparó actos de terrorismo con las protestas en Arequipa. «…cosechas por las que hoy están pagando 50 céntimos por saco, recordando los años más oscuros de la violencia cuando las hordas terroristas nos cobraban cupos».

Por último, mencionó que «Inteligencia» estaba investigando las fuentes de financiamiento de los manifestantes.

«Estamos buscando cuál es la fuente de provisión de dinero, de dónde proviene el dinero que puede mantener a tanta gente, desayuno, almuerzo, comida, albergue y además jornales diarios. El origen solamente puede ser delictivo, aquí tiene que haber dinero negro proveniente de alguna acción delictiva como el narcotráfico o minería ilegal«, indicó.

Asimismo, lanzó una amenaza para quienes protestaban bloqueando carreteras. «Para quienes bloqueen con piedras y palos, están quebrantando el estado de emergencia y puede ser detenido por las Fuerzas Armadas, quienes naturalmente al amparo de los dispositivos legales tienen plena facultad para el uso regular de sus armas«, señaló.

Así recordamos un antecedente del hoy primer ministro del régimen de Dina Boluarte, quien durante una audiencia de la OEA culpó a las víctimas y sus familiares por las muertes en las protestas de diciembre de 2022 y enero de 2023.