Hace 11 años tuvo lugar un conflicto en el distrito de La Victoria, en Lima, por el desalojo de comerciantes del mercado mayorista La Parada, que se negaban a ser trasladados a un mercado en otro distrito por miedo a perder su trabajo. Juan Zapata, entonces un escolar, recuerda las imágenes de policías y comerciantes en un conflicto que lo marcó y lo acercó al periodismo.
Años después, gracias a su madre, que le obsequió su primera cámara fotográfica, se convirtió en fotoreportero. Hasta hoy Juan ha hecho frente a manifestaciones, conflictos y represión policial -lamentablemente cada vez más frecuentes y más naturalizados como característica de la crisis política y social recurrente en nuestro país-, convirtiéndose, él mismo, en víctima de agresiones, vulneraciones e incluso de difamación.
La fotografía como forma de denuncia
Juan recuerda que entendió la fotografía como una herramienta para la denuncia de todo tipo, y en estos tiempos, también, para denunciar los abusos policiales, gracias a los primeros colectivos y fotógrafos que siguió. Entre ellos nombra a Mal de Ojo, y Guerrilla Audiovisual, quienes cuestionaban las agresiones policiales desde muy cerca. Fue esta línea la que terminó inspirando su trabajo.
Fotos de la ‘Toma de Lima’ durante la última semana de enero de 2023 cuando las delegaciones regionales protestaron contra el gobierno de Boluarte y el Congreso pidiendo justicia por los asesinados. Durante esos días, Víctor Santisteban sería una nueva víctima de la PNP. Fotos: Juan Zapata
Es así que empezó a fotografiar diferentes protestas que se han desarrollado durante los últimos años. Cabe señalar que desde el 2016 hasta hoy, Perú ha tenido seis presidentes distintos y todos han vivido fuertes conflictos sociales.
Durante estas protestas, un gran número de civiles resultaron heridos debido a la represión policial. Juan recuerda que la primera agresión que vivió fue durante las marchas contra el proyecto minero Tía María, en el que recién empezaba a tomar este tipo de fotografías. “Un policía me empujó por detrás, y yo caí encima de otro policía, y entre los dos me empezaron a pegar. Luego me llevaron a la comisaría y me detuvieron junto a 39 personas. Pude llamar a mis familiares recién al día siguiente”, narra el periodista.
Fotos de una protesta en conmemoración al ‘Baguazo’ el 5 de junio de 2018. Fotos: Juan Zapata
Pero la experiencia que más recuerda y en la que se evidenció el valor del trabajo fotográfico que quedó para la posteridad como registro histórico y que mostró numerosos abusos policiales, fue en las protestas de noviembre del 2020, contra el gobierno inconstitucional de Manuel Merino, en las que Inti Sotelo y Bryan Pintado fueron asesinados durante la represión policial desmedida.
“El jueves (12 de noviembre del 2020), me cayó una lacrimógena en la mano. Estaba sangrando pero los chicos me ayudaron, ahí nos organizamos como FAC – Fotógrafos Autoconvocados, ellos nos dieron máscaras. Para entonces ya habían heridos, la Policía perseguía a los manifestantes así hubiera acabado la marcha” cuenta Juan.
Foto: Juan Zapata
Según la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), durante la semana de protestas entre el 9 y 14 de noviembre de 2020, se registraron 40 ataques a periodistas. La organización también señaló que dos reporteros, uno del diario El Comercio y otro del portal Ojo Público fueron víctimas de lesiones graves atribuidas a la Policía Nacional.
Las marchas continuaron y el registro también. “Para el sábado la marcha había llegado a Abancay y (los manifestantes) pasaron la primera reja. Cuando iban a pasar por la segunda, la Policía empezó a disparar. Me quedé en medio del gas lacrimógeno. Recuerdo a alguien poniéndome bicarbonato en la cara, y cuando abrí mis ojos vi -en ese momento no lo sabía (que era Brayan Pintado)- a alguien ayudando a un chico desangrándose y corrí atrás de ellos. Tomé la foto. En ese momento no reaccionaba, no sabía si tomar foto o grabar, la gente estaba en shock. Seguí la camilla hasta que lo metieron a un carrito rojo. Al fondo se escuchaban las bombas”, continúa.
Dicho evento fue posteriormente narrado en una crónica en el portal periodístico Wayka.pe, que Juan escribió.
Una labor de exposición
Juan Zapata ha continuado mostrando las diferentes protestas de la población sobre todo en el actual régimen de Dina Boluarte. Durante las semanas de manifestaciones que iniciaron el 7 de diciembre del 2022, el fotógrafo fue agredido nuevamente.
El 2 de marzo de 2023 fue directamente agredido por un policía que lo golpeó con una varilla en el cuello. Según las declaraciones brindadas al Ministerio Público, la agresión fue arbitraria y abusiva pese a que el periodista se encontraba debidamente identificado como profesional de la prensa. Este hecho se encuentra aún en investigación preparatoria.
Durante estas manifestaciones, la ANP ha registrado al menos 170 agresiones contra personas de prensa, incluyendo hostigamientos, detenciones arbitrarias, disparos y amenazas de muerte, perpetrados principalmente por los agentes del orden.
Además, Juan también enfrentó otro tipo de acciones relacionadas a su labor periodística. Recientemente, a través de las redes sociales, Arturo Barrera, un miembro de la agrupación violentista La Resistencia, lo difamó llamándolo, falsamente, «ladrón» mientras cubría una manifestación en el monumento El Ojo que Llora, una escultura conmemorativa para las víctimas del conflicto armado interno.
Fotos del entierro de Denilson Huaraca Vílchez (22 años), asesinado por la PNP en Andahuaylas, Apurímac,
el 9 de febrero de 2023. Fotos: Juan Zapata
La Resistencia es un grupo de extrema derecha que señala constantemente como «terroristas» a quienes buscan manifestarse contra el gobierno. Además, sus líderes, han sido denunciados por agresiones y difimación. Recientemente Juan José Muñico, líder de la agrupación, fue hallado culpable del delito contra el honor y difamación agravada contra el Instituto de Defensa Legal (IDL). A inicios de año también sentenciaron a Jenny Lucinda Zúñiga Mourao, por difamar al periodista Gustavo Gorriti.
«Ese chico (Arturo Barrera) donde me ve me graba, siempre está cerca de mí. Y su grupo siempre está hostigando o insultando a quienes no les dan la razón,» refiere Zapata.
Juan considera que “normalmente los fotógrafos son no beligerantes, pero yo creo frente al abuso sí se debería reaccionar. No somos cámaras de vigilancia. Primero yo hacía fotos para aprender y muchas veces no lograba captar los momentos que veía en las otras imágenes de prensa. Con los años he encontrado una forma de mirar lo que me lleva a estar repensar mis fotografías cuidando el mensaje de las imágenes, teniendo en cuenta el contexto de la desinformación y el terruqueo».