Por: Católicas por el Derecho a Decidir – Perú
La organización Católicas por el Derecho a Decidir – Perú nos pronunciamos frente a las opiniones vertidas por dos integrantes de la jerarquía católica durante las actividades por Semana Santa: Javier Del Río, Arzobispo de Arequipa, y Juan Luis Cipriani, Cardenal de Lima. Lamentamos el irrespeto que se dio a los católicos que asistieron a dichos oficios, ya que se utilizó el espacio para proselitismo político y no para la reflexión de esta fecha tan importante. En las homilías resaltaron los llamados «hacia la población católica» a no votar por candidatos que estén a favor de la despenalización del aborto por causal de violación y el matrimonio igualitario, ya que hacerlo sería «pecado».
Como actoras de la sociedad civil, católicas y ciudadanas:
- Rechazamos que dos integrantes de la jerarquía católica utilicen el púlpito para hacer proselitismo político a favor o en contra de algún candidato.
- Rechazamos que el derecho humano a elegir y ser elegidos sea visto como «pecado».
- Expresamos nuestra indignación ante la indolencia de algunos integrantes de la jerarquía católica para solidarizarse con la terrible realidad que cada año enfrentan mujeres víctimas de violación sexual, quienes se ven expuestas a una maternidad forzada o a un aborto inseguro y clandestino.
- Consideramos que el Arzobispo Del Río y el Cardenal Cipriani tienen derecho a expresar sus preferencias electorales como cualquier ciudadana/o, pero no a usar su investidura para amedrentar a la población católica.
- Rechazamos que las instituciones públicas no garanticen el principio de laicidad del Estado, incluso que el JNE de Arequipa acuda al Arzobispado como garante electoral, vulnerando el Estado Laico.
- Esperamos que durante el proceso electoral 2016, la ciudadanía apueste por autoridades democráticas que respeten y reconozcan las libertades fundamentales.
Finalmente, nos afirmamos en la dignidad, libertad y autonomía de nuestras vidas en un país democrático y laico.
*Católicas por el Derecho a Decidir es un movimiento autónomo de personas católicas y feministas comprometidas con la búsqueda de justicia social en América Latina y el Caribe, una de las regiones más desiguales del planeta. Ellas tienen la consigna de que a partir del pensamiento teológico feminista, se puede reafirmar la justicia social, la plurireligiosidad y la validez moral de las decisiones tomadas por las mujeres.