Escribe Rocío Paz Ruiz, Colectivo Mujeres de Arena

“Como me hubiera gustado que me naciera machito”,  “No contrato mujeres porque se embarazan y dejan todo tirado”, “Santa no creo que seas, algo habrás hecho”,  “Después de ser chismosas, son mentirosas”, “Las mujeres van al final de la lista, hay que ponerlas solo para cumplir la Ley”, estas y muchas otras frases son parte de la cotidianidad en nuestra sociedad.

Cada una de las esferas de nuestra vida se convierte en espacios violentos, discriminatorios, machistas, si no estamos atentas, si lo permitimos, si lo dejamos pasar.  Con la pareja, el jefe o  compañero de trabajo, los compañeros en nuestras organizaciones sociales y políticas, en el Congreso de la República, en cualquier lugar se libran batallas en las que está en juego siempre la posibilidad de ser sometidas  por alguien que se considera históricamente superior.

Reconocemos importantes conquistas, consecuencia de arduas y comprometidas luchas, pero falta mucho por hacer, hay una larga agenda pendiente para lograr que las mujeres en nuestro país tengamos acceso a los mismos derechos y oportunidades.

Temas como “la igualdad de salario por el mismo trabajo”, “mejoras legales y salariales para las trabajadoras del hogar”, “fortalecimiento de la participación política de las mujeres, paridad y  alternancia”, “sanción del acoso político para las mujeres” entre otros, se están debatiendo actualmente en el Congreso de la República, pero vemos con indignación e impotencia lo que parece ser,  escenario de la época   colonial, con posiciones donde se refuerzan estereotipos y valoraciones culturales que estigmatizan a las mujeres, justificando  y naturalizando la violencia. Vemos con preocupación el archivamiento de importantes proyectos de ley, que no pasaran porque somos una sociedad machista, conservadora y colonial.  Esto hay que cambiarlo con urgencia, ¡No nos representan!

Desde Villa el Salvador en la Escuela de Formación Política para Mujeres, hacemos vigilancia, nos formamos para ser parte de esta lucha.