En 2022, el Gremio de Residentes Universitarios recibió a 25 estudiantes más en la vivienda universitaria para evitar su deserción académica. Las autoridades encargadas de la residencia desconocen a estos estudiantes, porque no postularon al ingreso regular para una beca de vivienda. Sin embargo, varios de ellos están en riesgo de abandonar los estudios, ya que proceden de provincias y no cuentan con recursos económicos para un alquiler en Lima.
Por Ghiomara Rafaele
Cada año jóvenes de diversas partes del país buscan obtener una vacante para estudiar en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero quienes logran ingresar no siempre cuentan con los recursos económicos para residir en la capital. Por ello, una de las alternativas es la vivienda universitaria ubicada en el mismo campus de la universidad. Allí, las y los estudiantes beneficiarios cuentan con habitaciones y tienen acceso al comedor, además de la clínica universitaria.
Durante el 2022, el Gremio de Residentes Universitario (GREVU) realizó una convocatoria con la finalidad de que estudiantes sanmarquinos de bajos recursos accedan a un espacio de la vivienda universitaria. El llamado fue realizado en redes sociales y diversos alumnos enviaron videos de sus casas o de los lugares en los que habitaban. De todas las solicitudes presentadas, 25 estudiantes procedentes de Ayacucho, Apurímac e Ica fueron seleccionados.
La controversia de esta convocatoria realizada por el gremio reside en que se hizo sin la autorización de la Oficina General de Bienestar Universitario (OGBU) y de forma paralela al proceso que regularmente lleva a cabo esta instancia. Propiciando que algunos estudiantes dejen la vivienda, debido a que según las declaraciones de ellos mismos, las autoridades han venido hostigándolos para que abandonen los espacios.
Hoy, las y los estudiantes, que están a punto de ser retirados de la residencia, piden a las autoridades acceder a las becas de vivienda reconocidas por la universidad y sean formalmente residentes. De esta manera, puedan continuar sus estudios en Lima, ya que no tienen los medios necesarios para conseguir una vivienda.
DERECHO A LA VIVIENDA
Silvana Flores ingresó en el 2021 a la escuela de Ciencias Políticas y es una de las estudiantes que accedió a la residencia mediante la convocatoria del gremio. Gracias a la virtualidad pudo estudiar los primeros meses, pero cuando las autoridades sanmarquinas anunciaron el regreso de la presencialidad, Silvana se vio en la disyuntiva de dejar la universidad. Ella vive en Cañete y no tiene los recursos económicos para costearse una habitación en Lima.
“En mi casa solo trabaja mi mamá, ella es campesina, en chacras o por cachuelos. Mi padre no puede trabajar porque tiene cáncer en las encías”, cuenta.
Silvana y los demás estudiantes que piden ser reconocidos, utilizan los espacios comunes, ubicados en el tercer piso de ambos pabellones de la residencia. Anteriormente, según disposiciones universitarias, los espacios se encontraban destinados a funcionar como centros informáticos o de estudio, no obstante, quedaron en el abandono y ahora son utilizados como habitaciones. En uno de esos espacios se encuentra Silvana con cuatro estudiantes más. Las paredes son mamparas y para que puedan tener algo de privacidad se encuentran protegidas con papelotes, solo tienen cuatro colchones, cuatro camas y frazadas que fueron recuperados de la zona de desechos de la Decana.



Esteban Godofredo, vocero de los estudiantes que piden ser formalizados, estudiante de Ciencias Políticas y natural de Lima, sin embargo, no puede vivir en su casa porque es víctima de violencia familiar. Él también es uno de los 25 estudiantes que ingresaron por la convocatoria del GREVU, ahora se encuentra atravesando un proceso judicial por la violencia familiar sufrida y su única alternativa para continuar con sus estudios es vivir en la residencia.




“Por mi salud psicológica decidí salir de casa, no me puedo costear una habitación. Ahora estoy viviendo en los espacios comunes, somos tres estudiantes varones que ocupan dos colchones, ni siquiera tenemos una cama o camarote. Estamos al costado del baño, a veces ingresa agua y debido a la humedad parte del cuarto que se encuentra cubierto de cartones, se están perdiendo”, narra Esteban.
PIDEN ACCEDER A BECAS
En el 2022, el GREVU hizo la convocatoria, selección e ingreso para que estudiantes en situación de deserción universitaria obtengan un espacio en la residencia. Así fue que más de veinte estudiantes fueron seleccionados, pero no son reconocidos por la universidad, ya que el proceso se hizo de forma paralela al de la Oficina General de Bienestar Universitario.
Esta oficina es la encargada de “administrar y velar por el buen funcionamiento de la residencia en la ciudad universitaria”. Cada año, realiza dos convocatorias anuales para que las y los estudiantes de grado postulen a becas de vivienda. Esta oficina no acepta la inclusión de los 25 estudiantes reconocidos por el gremio de residentes, ya que desconocen ese proceso de elección y aseguran que el reglamento de la residencia no incorpora la formalización.
El reglamento de vivienda universitaria señala que se realizan las convocatorias en la primera semana de abril y en la quincena del mes de agosto. Para postular se requiere ser estudiante de pre-grado, de primera y única especialidad, estar matriculado en cursos obligatorios salvo en casos excepcionales, ser no mayor de 30 años y proceder en regiones del país, zonas alejadas o en alto riesgo en Lima.
Wayka se contactó con Zoila Vilchez, jefa de la OGBU, quien mencionó que “la convocatoria del GREVU fue realizada pasando por alto el reglamento”. Además señaló que el proceso de formalización que se hizo de forma extraordinaria en el 2021 fue por la pandemia y ahora han decidido no realizarla por la decisión unánime de la Comisión Vivienda, encargada de velar por la residencia.
PRECEDENTE
La Oficina de Bienestar Universitario no realizó las convocatorias para la residencia en el 2020, al año siguiente el proceso de la OGBU se iba a realizar hasta el mes de junio, mientras que el GREVU propuso una convocatoria que culminaría en mayo, como se visibiliza en la página de Facebook del gremio de estudiantes. Sin embargo, el GREVU, mediante una asamblea y como medida de fuerza, aperturó una convocatoria paralela que permitió el ingreso de 17 estudiantes en mayo de ese año. Luego, las y los estudiantes fueron formalizados como también lo corrobora la jefa de la OGBU debido a que fue una decisión extraordinaria por la pandemia.

DENUNCIAN HOSTILIDAD
Las y los estudiantes que ingresaron en el llamado del gremio de residentes denuncian que vienen siendo víctimas de presuntos actos de hostilidad por parte del administrador de la residencia José Díaz y son amenazados de iniciar un proceso administrativo en contra de ellos. Esto ha generado que algunos dejen la residencia. Los que aún permanecen en el lugar buscan acceder a las becas de viviendas y ser formalizados o evaluados extraordinariamente.
“Hemos sido hostigados por el administrador y los guardias de seguridad que vienen y nos dicen que nos tenemos que retirar o nos abrirán procesos administrativos”, afirma Rosalinda Rodriguez, estudiante de sociales proveniente de Ayacucho.
Wayka se contactó con José Díaz para pedirle sus declaraciones, pero el funcionario mencionó que no puede brindar descargos sin la autorización de un pedido formal.
Los 18 estudiantes aún no formalizados esperan poder acceder a la beca vivienda. “Queremos estudiar, queremos realizarnos profesionalmente. Si somos de provincia o si hay problemas familiares, se termina continuar la carrera. Yo quiero continuar con mis estudios. Pedimos que se nos evalúe de manera extraordinaria porque para ellos [las autoridades sanmarquinas] no existe la palabra formalización”, pide Rosalinda.