Nuestro columnista Jesús Cossio nos presenta un cómic con identidad de género, que relata la historia de Geraldine. Una joven colombiana que viaja desde su comunidad a la ciudad para redescubrirse a sí misma. El camino que afronta la protagonista es también un tránsito hacia su liberación.
Autoras: Catalina Vásquez Salazar y Alejandra Pérez Torres
Publicado por Goethe Institut (2021)
Un muchacho en una comunidad indígena siente que no encaja con los roles tradicionales por haber nacido con el sexo equivocado. Ella se siente e identifica como una mujer. En la urbe esto ya es problemático al chocar con los valores conservadores arraigados en nuestro continente. Para ella, la protagonista de este cómic el vivir en una zona rural agrava su predicamento: impera el silencio sobre la homosexualidad (“de eso no se habla”) y la reprobación se transforma en habladurías condenatorias que le hacen cada vez la vida más difícil con su familia, vecinos y conocidos.
Cuando decide viajar a Medellín para sentirse menos agobiada por la presión de la moralina, se convierte en doble migrante.Transita desde el horizonte limitado de las convenciones sociales de su pequeña comunidad, Emberá Chami Dojura, a una metrópoli. Por un lado, la ciudad es generadora de anomía e indiferencia, pero también de oportunidades de conversar sobre cómo se siente y aprender a nombrarlo. Migra también desde el rol de género impuesto hacia espacios para realizar anhelos íntimos —tránsito difícil, pero liberador y suyo. Eventualmente se presenta como Geraldine ante nosotros, los lectores, y con más incertidumbre ante su familia, especialmente su madre. Un momento especialmente sentido en la narración.
Tres cosas destaco de este cómic: No es usual explorar la perspectiva de género y las disidencias sexuales en comunidades indígenas de Sudamérica; y mejor aún si es desde un testimonio directo. Esto permite apreciar ciertas dudas y descubrimientos personales desde cerca. Finalmente, este cómic evita el tono aleccionador en el que a veces caen las narraciones que procuran cubrir cierta cuota pedagógica (o panfletaria). Felizmente en la narración de Geraldine encontramos una historia solidaria en hechos, más que en retórica: un desconocido la acompaña en su viaje en bus al verla temerosa, la lleva a su casa donde su madre es quien presenta a Geraldine a les activistas de género. Elles le ensañarán todo sobre las identidades y finalmente la misma Geraldine quiere contarnos su historia para que otros, otras y otres, transiten ese camino que tanto le costó con menos aprehensión.
Este cómic puede leerse y descargarse en https://www.goethe.de/ins/id/en/kul/kue/mmo/bdn.htm