Tras varias semanas de tener como principal punto de la agenda agraria, la ampliación del régimen especial que favorece desde hace casi dos décadas con millonarias exoneraciones tributarias a las principales agroexportadoras del país, ahora entra en escena el banco de fomento agrario, Agrobanco.

Y es que ayer desde Puno, el ministro de Agricultura y Riego, Gustavo Mostajo, anunció que se presentará en breve a la Comisión Permanente del Congreso un proyecto de ley para la creación de una entidad que reemplazará a Agrobanco. Según Mostajo, este fondo, denominado “MiAgro”, priorizaría el otorgamiento de créditos a pequeños agricultores de manera directa. Su funcionamiento se estructuraría sobre lo que es hoy Agrobanco, una entidad, según sus palabras “en crisis”.

Este anuncio no sorprende al presidente de la Confederación Nacional Agraria (CNA), Antolín Huáscar: “(…) hace algún tiempo anunciaron en un evento en el Ministerio de Agricultura la quiebra de Agrobanco, esto se veía venir”.

Cuestionamientos de forma y de fondo

“Creo que es una decisión muy peligrosa”, alerta el investigador principal de Grade y especialista en temas agrarios, Eduardo Zegarra. “El decidir mediante un dispositivo eliminar esta institución (…) y a través de la Comisión Permanente me parece peligroso porque no permite un debate amplio de un tema tan delicado”, continúa Zegarra.

Zegarra cuestiona la creación de este fondo pues el Minagri ya cuenta con uno llamado “Agroperú”, por lo que entiende esta medida como “una manera de disfrazar la decisión de desactivar Agrobanco (…) si hubiera sido un banco privado hace rato habría habido un salvataje, pero como se trata de un banco que no les gusta mucho a ciertos sectores, como al grupo Romero -Banco de Crédito- y al mismo MEF (…) no se ha hecho mayor esfuerzo por reflotarlo”.

Dejando morir a Agrobanco

Como bien recuerda Zegarra, este gobierno propuso en la página 158 del plan de gobierno con el que ganó las elecciones presidenciales el 2016, el fortalecimiento de Agrobanco:

 

 

Pero en la práctica, el desempeño de Agrobanco en los últimos años ha dejado mucho que desear, como apunta el presidente de la CNA: “no ha sido útil para la pequeña agricultura, sino sobre todo a grandes agroexportadores, que han consumido el 60% de sus fondos, además de ser útil a cajas municipales y cajas rurales que funcionaron como sus operadores”

La situación actual de Agrobanco, según Zegarra, no sería más que el desenlace de una serie de medidas inadecuadas, empezando por la designación al inicio de la presente gestión de un funcionario de la banca privada: “(…) el señor Kuczynski puso a cargo de Agrobanco a un ex funcionario del Banco de Crédito, el señor Richard Hale, que básicamente se encargó de hacer que Agrobanco pierda total confianza por parte de posibles financiadores”.

Lo que tendría que hacerse

“Hay que hacer lo que se prometió a miles de agricultores, Agrobanco no puede ser desactivado de esta forma, sin tener una discusión muy seria sobre los verdaderos responsables de esta situación”, propone Zegarra.

Por su parte el presidente de la CNA, considera debe priorizarse el otorgamiento de préstamos para la pequeña agricultura: “lo que tendría que hacer es dar créditos a tiempo a pequeños productores pero dando además asistencia técnica, es importante que sea a tiempo para que sea realmente aprovechable (…) también considerar fondos de contingencia para fenómenos climatológicos”.

Si bien Huáscar es crítico del desempeño de Agrobanco, también es consciente que es mejor tener Agrobanco que no tenerlo: “Estamos muy preocupados porque aparte de Agrobanco no hay otro banco de fomento, todos son bancos privados que te prestan con intereses muy altos (…) el agricultor termina rematando, vendiendo sus tierras convirtiéndose así en peón de su propia chacra”.

En esa lógica añade Zegarra: “creo que los agricultores perderían un instrumento financiero importante, que si bien no cumplía con metas importantes, por lo menos era una institución existente para la pequeña agricultura (…) ahora el gobierno nos ofrece un instrumento absolutamente limitado, no va a estar sujeto a ningún tipo de regulación (…) no se van a poder captar ahorros ni poner colocaciones de una forma mucho más sostenida en la agricultura (…) un fondo además muy proclive al clientelismo y a la corrupción (…) por lo tanto estamos ante un muy mal escenario y otra vez un abandono muy serio de la pequeña agricultura en el país”.

“¿Para quién será esta nueva institución? ¿Para los pequeños agricultores, o serán los mismos que llevaron a la quiebra a Agrobanco?”, son dos preguntas que termina lanzando, a través de Wayka, el presidente de la CNA al Ministro de Economía y Finanzas y al de Agricultura.

Nos sumamos a la expectativa de tener estas y otras respuestas fundamentales para el futuro de cientos de miles de agricultores que merecen tener total apoyo del gobierno a través de una entidad que promueva la realización de dicha actividad económica -que permite alimentar a todos los peruanos- de una manera digna y sostenible.