Redacción Wayka
Las gestantes deberían ser consideradas como pacientes prioritarias en los centros de salud por formar parte del grupo de riesgo frente al COVID-19. Sin embargo, solo se están realizando pruebas de despistaje a las que presentan síntomas respiratorios, sin considerar el gran número de personas asintomáticas, poniendo en riesgo sus vida y la de los recién nacidos.
“Pueden existir gestantes asintomáticas portadoras de COVID-19, a las que no se les realiza pruebas de detección que serán atendidas en las mismas habitaciones y espacios que gestantes que no tengan esta enfermedad, existiendo un alto riesgo de contagio”,alertó la Defensoría del Pueblo en un informe sobre el estado de atención en los servicios de ginecoobstetricia en 21 hospitales de Lima y Callao.
De acuerdo a esto, no se estaría cumpliendo con la Resolución Ministerial Nº 245- 2020 del Ministerio de Salud que aprueba la Directiva Sanitaria para la Prevención y Atención de la Gestante y del Recién Nacido con riesgo o infección por COVID-19. Esta norma desarrolla el procedimiento para prevenir la exposición y/o contagio de la madre y el recién nacido en la atención del parto y contempla procedimientos de bioseguridad y criterios de alta para la madre y el recién nacido.

Además de las falencias en las pruebas de despistaje, la inspección también identificó que no todos los hospitales cuentan con lineamientos o protocolos de atención especializado para las gestantes, como son los casos de los Hospitales Marino Molina (Lima Norte), el Hospital Loayza (Lima Centro), el Hospital Dos de Mayo (Lima Centro) y el Hospital Almenara.
Tampoco se están garantizando las consultas prenatales y los servicios de planificación familiar, como es el caso del Hospital Carrión (Callao), que derivó todas sus consultas a centros de salud de primer nivel. Sin embargo, el Hospital San José señaló que estos centros de salud tampoco están dando servicios prenatales, generando aglomeración en la atención y con ello un posible escenario de contagio.
Por último, el informe también advierte sobre los riesgos que significan para la vida y salud de las mujeres al no priorizarse los servicios de salud sexual y reproductiva. “No proveer información sobre métodos de planificación familiar, coloca a las mujeres, principalmente a las más vulnerables, en riesgo de un embarazo no deseado o no planificado, y de contagiarse de infecciones por transmisión sexual”, señalaron.