La cerveza es el producto estrella de Backus, —el monopolio cervecero peruano que desde el 2016 controla la multinacional belga-brasileña AB InBev—, pero en sus espacios de trabajo hay denuncias de que no se respetan los derechos laborales. Este 18 y 19 de abril, los trabajadores acatan una huelga general a nivel nacional en todas sus plantas de producción. “El Perú sin chelas”, es el lema de protesta.

Por Jair Sarmiento

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Armonía 10

La cerveza es omnipresente y tiene más fieles que cualquier religión. Está en una pichanga. Está en el arroz con pollo o con pato. Está en las letras de uno de los grupos de cumbia más populares del país. Está en un helado. Está desde hace siglos en nuestras mesas. Está en nuestras penas y alegrías. El Perú es el cuarto país que más consume cerveza de Latinoamérica. Los peruanos consumen 46 litros de cerveza al año, equivalente a 129 latas o seis cajas al año. 

La cerveza es el principal producto de Backus, —el monopolio cervecero peruano que desde el 2016 controla multinacional belga-brasileña AB InBev—, pero en sus espacios de trabajo, hay una sed de justicia.

Backus tiene seis plantas a nivel nacional, pero la que está ubicada en el distrito de Ate es la principal, debido a que tiene el mayor porcentaje de producción con casi el 65%. Allí trabajan Hernán, Fernando, Junior y Miguel, trabajadores de esta compañía y miembros del Sindicato Nacional de Obreros de Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A.

PRECARIEDAD LABORAL

Hernán Pérez (51) es el primer eslabón en la cadena de producción de cerveza ya que recibe desde la materia prima hasta el producto envasador, es decir, desde el lúpulo y la malta  hasta la tapa y la etiqueta. Abastece a todas las líneas de producción con estos insumos.

En esta área, Hernán y sus colegas cargan varios kilos durante el día. “Estoy con terapias físicas, esa carga a la larga produce lesiones, lumbalgia y otros problemas de articulación”, relata.

Sin embargo, menciona que es el área que menos accidentes tiene, pero por la seguridad que se genera entre sus propios compañeros. “Nosotros mismos nos cuidamos, Backus no nos cuida”, apunta.

En las áreas de fermentación, maduración, filtración, envasado y reparto es en donde están más expuestos, afirman los empleados de la cervecera. Los trabajadores de Backus mencionan que no se cumple con la ley de seguridad y salud en el trabajo.

“Existen antecedentes graves de accidentes de trabajo, como la explosión de una caldera, o derrumbes de una torre de cajas de productos”, mencionan.

Según los empleados, en las áreas productivas, las máquinas están en pésimas condiciones, ya que la compañía está minimizando gastos.

A pesar de que existen trabajadores que realizan trabajos de riesgo, la empresa no quiere contemplar la implementación del Seguro Complementario de Trabajo Riesgo, según el sindicato.

Miguel Morán (47) trabaja como operario en la industria cervecera desde que tenía 17 años. “No dan mantenimiento a los montacargas, a otros compañeros los han orillado a trabajar en zonas inseguras”, manifiesta.

Junior Escalante (37) dice que ha conocido varios compañeros que sufrieron accidentes casi mortales. “Un compañero sufrió un resbalón en las escaleras, antes no tenían cerco de seguridad, cayó de cabeza, se destrozó el cráneo y quedó en coma, duró un año en UCI y falleció, Backus trató de evadir su responsabilidad”, explica Junior. Otro colega casi pierde el dedo debido a la presión de su supervisor para que se pueda producir más.

Asimismo, los trabajadores señalan que hay sobrecarga laboral debido a la falta de más personal.

Hay que recordar que durante los inicios de la pandemia de la Covid-19, según el gremio sindical, Backus no paró y siguió funcionando obligando a sus empleados a laborar a pesar de producir solo bebidas y no alimentos. Hubo contagios. 

“Veinticuatro horas sin parar, todos los días, hubo trabajadores contagiados, pero fallecieron 14 compañeros a nivel nacional a consecuencia de esa actitud de Backus”, comenta Fernando Pérez (39), secretario general del sindicato y operario de envasado.

En aquel tiempo, el dirigente Luis Samán Cuenca denunció este hecho, fue despedido y criminalizado por Backus. En el 2021 fue absuelto de todas las acusaciones de la empresa.

Hoy los trabajadores afiliados al sindicato continúan con esa persecución, pero también tienen que lidiar con maltratos e irregularidades laborales.

“Se han reducido las utilidades en estos últimos cuatro años, incumplimiento del convenio colectivo, tercerización laboral en áreas productivas”, mencionan los trabajadores, y otros puntos más que son parte del reclamo de los empleados de Backus, quienes han anunciado una huelga general entre el 18 y 19 de abril de este año.

Son más de 600 trabajadores de Backus en el país que están de acuerdo con la huelga y que están afiliados al sindicato de la cervecera. “De los 97 años que tiene Backus, la pelea siempre ha sido diaria y cotidiana, solo que ahora se ha agudizado, con esta trasnacional, que es dueña del mundo de la cerveza”, explica Fernando.

“El Perú sin chelas” es el lema de la huelga ya que la cerveza es el eje motriz de la compañía, en cambio, el agua y la gaseosa es como un complemento del 10% del ingreso de la empresa, pero que también representan números importantes.

Los trabajadores producen casi 400.000 cajas de cerveza en un solo día en la planta de Ate. El sindicato menciona que Backus gana entre S/ 160 y 190 millones al día, a nivel nacional, gracias a su esfuerzo.

“El índice de productividad por cada trabajador es equivalente de S/ 513.593 soles, eso representa sólo un trabajador, eso aportamos”, acota el sindicato de Backus.

“La huelga es para decirle a la empresa que nosotros fomentamos su riqueza, no estamos en contra de que el capital extranjero venga, invierta y de puestos de trabajo, pero siempre respetando los derechos de los trabajadores ”, señalan.

En Perú las cervezas se destapan solas, pero no se fabrican solas. ¡Salud!

Dato

Ayer, el ministerio de Trabajo declaró procedente la huelga de los trabajadores de Backus. Además, el sindicato informó que el MTPE también convocó a un diálogo, pero tras cuatro horas de conversación, no se logró un acuerdo entre ambas partes.