El asesinato de Vanesa Campos se ha convertido en el símbolo de las múltiples violencias que enfrenta la comunidad de trabajadoras sexuales trans del Bosque de Boulogne en París, Francia. Luego de 3 años y medio, el Tribunal Penal de esa ciudad inició el juicio contra los presuntos autores del asesinato, una banda criminal de nueve hombres que contrataba servicios sexuales para robar a trabajadoras y clientes, según pesquisas policiales. La sentencia final se leerá el 28 de enero.

Redacción Wayka

En la noche del 16 de agosto de 2018, Vanesa Campos fue torturada y asesinada en una zona solitaria, situada cerca de una carretera y sin iluminación del Bosque de Boulogne en París al tratar de evitar el robo del auto de un cliente suyo. Armados con cuchillos, palos, gas lacrimógeno y una pistola, una banda de criminales de nueve hombres desnudaron y golpearon a Vanesa, matándola de un disparo en el tórax.

El Bosque de Boulogne, uno de los parques más grandes de París conocido por la presencia de trabajadoras sexuales, entre ellas, mujeres trans latinoamericanas indocumentadas, se ha convertido en una zona altamente peligrosa, luego de aprobarse en 2016 una ley que busca la penalización contra clientes y multas contra trabajadoras sexuales.

Vanesa era una trabajadora sexual trans peruana de 36 años que llegó a Francia en el 2016 con el objetivo de trabajar para mandar dinero a su familia en Chiclayo, Lambayeque. Tras dos años trabajando en París, Vanesa se había organizado con sus compañeras para enfrentarse a la creciente violencia contra ellas y sus clientes, mediante el uso de palabras claves como ‘¡todas!’ e inclusive contratando a un guardaespaldas, debido a la indiferencia de las autoridades y la represión policial.

 Le meurtre de Vanesa Campos a jeté la lumière sur les conditions précaires des travailleuses du sexe du bois de Boulogne.
Compañeras de Vanesa, organizaciones TLGIBQ+ y activistas marcharon en noviembre de 2018 para exigir ‘Justicia por Vanesa Campos’ (como dice en la pancarta) al borde del Bosque de Boulogne, cerca del lugar donde fue asesinada tres meses antes. Foto: Le Parisen/Eric Le Mitouard.

Justicia para Vanesa

Los nueve hombres egipcios de 23 a 34 años que entraron sin permiso de residencia a Francia acusados de torturar y matar a Vanesa serían una banda criminal que robaba a trabajadoras sexuales y clientes, según pesquisas policiales. El principal sospechoso de matar de un disparo a Vanesa es Mahmoud Kadri, de 24 años. Sin embargo, este lo niega y acusa a Karim Ibrahim de 29 años, al que testigos identifican como el cabecilla.

El Tribunal Penal de París no solo juzga a los dos anteriores por «homicidio en banda organizada», sino también a Aymen Dib (25), quien habría acuchillado a la víctima con un cutter. Cinco hombres más, de 23 a 27 años, están acusados por su participación en los hechos.

El noveno acusado de 34 años comparece por el robo del arma del policía con la que habrían matado a Vanesa. Según las investigaciones, el arma habría sido robada una semana antes del vehículo de un policía, cuando este se hallaba recibiendo los servicios de una trabajadora sexual.

«Este juicio permitirá revelar la verdad, al menos esa es la esperanza de los familiares y amigos de Vanesa Campos», dijo la abogada de la familia, Chirine Heydari. Si bien ni la madre ni la hermana de Vanesa no pudieron viajar a Francia para estar presentes en el juicio, ellas dos, seis excompañeras y amigas de la víctima y el guardaespaldas que contrataron entonces, ‘Takaré’ se constituyeron como partes civiles del caso.

El transfeminicidio de Vanesa reveló la violencia que padecen las trabajadores sexuales en París, pero la defensa de los acusados pidió evitar que se convierta en un juicio “simbólico”. “El sexo de la víctima, su género, no influye en lo que pasó”, dijo el abogado Antoine Aussedat.

No obstante, según Heydari, este caso que provocó una fuerte conmoción en París y generó la movilización de organizaciones y activistas del comunidad TLGBQ+, es un símbolo para recordar que las condiciones de trabajo de las trabajadoras sexuales trans en el Bosque de Boulogne y que su situación «no ha mejorado en absoluto en los tres años y medio después de este asesinato». Al respecto, Jessyca Sarmiento, otra trabajadora sexual trans peruana, murió atropellada en el mismo bosque en febrero de 2020. Según testigos, el atropello fue intencionado.

Una vigilia por Campos. Para muchos trabajadores sexuales en Francia, su muerte es prueba de la creciente violencia contra las prostitutas desde que el Parlamento aprobó una ley en 2016 en la que penalizan a sus clientes.
Compañeras, organizaciones LGTBIQ+ y participantes de la marcha de noviembre de 2018 le hicieron un homenaje a Vanesa Campos, ya que sus restos fueron repatriados a Chiclayo, donde se encuentra su familia. Foto: Lionel Bonaventure/Agence France-Presse.

La situación de vulnerabilidad de las mujeres trans

Según el último informe mundial anual «Monitoreo de Personas Trans Asesinadas» de Transrespect versus Transphobia Worldwide, el año pasado fue el «año más mortal» para las personas transgénero con 375 asesinatos registrados desde que comenzaron los registros en el 2008. Desde que comenzó el proyecto, se han contabilizado 4039 muertes, pero el número de muertes ha ido en aumento año tras año.

Según el reporte, la mayoría de las víctimas eran mujeres trans trabajadoras sexuales racializadas y migrantes, pues según la data 9 de cada 10 (96%) de los asesinatos a nivel mundial fueron contra mujeres trans o personas transfemeninas y más de la mitad (58%) de las asesinadas eran trabajadoras sexuales, además el 43% eran migrantes europeos.

Sin embargo, como afirman las y los autores del informe , «estas cifras son solo un pequeño vistazo de la realidad sobre el terreno. La mayoría de los datos se recopilaron de países con una red establecida de organizaciones trans y LGBTIQ que realizan el monitoreo. En la mayoría de los países, los datos no se recopilan sistemáticamente, por lo que muchos casos continúan sin registrarse «.

La violencia contra Vanesa y las trabajadoras sexuales trans en Paris también se ejerció desde la prensa. En el número del 6 de septiembre, la revista Paris Match publicó un artículo revictimizante que comenzaba con la foto del cadáver desnudo de Vanesa. No obstante, un mes después el semanario francés fue condenado por «violación del derecho al respeto de la vida privada», por lo que debió pagar 12 mil euros a la hermana de la víctima, Maruja Campos.

Las y los participantes de la marcha en memoria de Vanesa Campos realizada en agosto del 2018, también se manifestaron contra la ley que penaliza a los clientes de las trabajadoras sexuales aprobada en 2016 y otras situaciones que las exponen en una situación de vulnerabilidad. Foto: Lionel Bonaventure/Agence France-Presse.

La muerte de Vanesa Campos revela las múltiples violencias que padecen quienes realizan trabajo sexual. La asociación de defensa de personas trans Acceptess-T responsabiliza a la ley de 2016 que penaliza a los clientes de las trabajadoras sexuales, ya que la prohibición de contratar sus servicios las obliga a esconderse de la policía, sin poder denunciar y a exponerse a más agresiones por cuestiones de género.

El juicio a los nueve involucrados se inició el pasado 11 de enero, pero la lectura de la sentencia final se dará el 28 de enero. Se espera justicia para Vanesa Campos y sus familiares.