Desde asesorías a un banco holandés sancionado por obstrucción a la justicia, hasta apoderado de una empresa vinculada a los negocios del Sodalicio y al tráfico de tierras. Esta es la historia detrás de Alan García Nores.

Por Álvaro Meneses

El abogado Alan Raúl García Nores, hijo mayor del expresidente aprista, brindó asesoría legal al conocido banco holandés sancionado en Estados Unidos por obstrucción a la justicia, el Cooperatieve Rabobank U.A, y figura como apoderado de Fegurri S.A.C, una empresa vinculada con los negocios del Sodalicio de Vida Cristiana y propietaria de más de 675 hectáreas de bosques secos que habrían sido despojados de la comunidad campesina San Juan Bautista de Catacaos (Piura). 

De acuerdo con los testimonios de los comuneros afectados y al seguimiento de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), un presunto grupo de traficantes de tierras se apropió de casi 10 mil hectáreas de la comunidad de Catacaos, las que luego fueron vendidas a empresas vinculadas con el Sodalicio y a Alan García Nores.

Según reportes de la CNDDHH, los comuneros fueron víctimas de procedimientos irregulares en Registros Públicos, extorsión, ataques con armas de fuego y persecución judicial, por parte de quienes los despojaron de sus tierras. Síntomas del tráfico de tierras.

La ruta sospechosa

Hace más de veinte años, en diciembre de 1998, se iniciaron procedimientos con documentos falsificados para independizar 9 mil 985 hectáreas que le pertenecían a la comunidad campesina San Juan Bautista de Catacaos, las que posteriormente fueron cedidas sin ningún costo a la empresa local Pampa Loma Vega.

Acta escrita por José Pasache, el expresidente de la comunidad campesina San Juan Bautista de Catacaos, donde niega haber aprobado la transferencia de más de 9 mil hectáreas de tierras.


A continuación, en 2004 esta compañía repartió las tierras a otras cinco empresas. La más beneficiada fue la constructora Keheda SAC, que recibió 2 mil 735 hectáreas. Fue esta última firma la que en mayo de 2016 vendió parte de sus terrenos a Inversiones Santa Regina SAC y Miraflores Perú SAC, dos empresas vinculadas con el Sodalicio de Vida Cristiana, una organización religiosa fundada por Luis Figari Rodrigo, a quien el Ministerio Público indaga por presuntos abusos sexuales.

Una investigación de Wayka desentrañó que hasta tres empresas relacionadas al Sodalicio adquirieron las tierras que la comunidad campesina San Juan Bautista de Catacaos reclama como suyas. Los únicos afectados por el conflicto sobre la propiedad los terrenos, según datos de la Unidad de Protección de Defensores de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), fueron los comuneros: 2 víctimas mortales, 7 heridos y 39 procesados judicialmente.

Recién en setiembre de 2017, la empresa relacionada al hijo del expresidente Alan García Pérez entró en esta historia. La constructora que inicialmente le vendió tierras a compañías vinculadas al Sodalicio, Keheda SAC, también comercializó otras 675 hectáreas a Fegurri SAC.

Documento de SUNARP que demuestra que Keheda SAC vendió 675 hectáreas de tierras a Fegurri.


Quiénes son

Con 2 mil soles de capital inicial, en enero de 2015 se constituyó Fegurri, una compañía con un abanico de actividades, como explotación de bienes raíces, negocios inmobiliarios, agrícolas y “cualquier otra actividad que su junta general de accionistas decida emprender”. A los 5 meses, se inyectaron S/6 millones 348 mil de Inversiones Fegurri Limitada, y otros S/9 millones 870 mil en enero de 2017, acumulando un total de S/16 millones 220 mil.

Con ese capital, en septiembre de 2017, Fegurri pagó US$ 1 millón 350 mil 558 a Keheda SAC por las 675 hectáreas de bosques secos.

Casi un año después, en julio de 2018, Fegurri nombró como apoderados al empresario Aldo Reggiardo Denegri, a Alan García Nores y al banco holandés Cooperatieve Rabobank U.A, representada por el mismo hijo del expresidente aprista que se suicidó el 17 de abril de 2019 cuando era investigado por crimen organizado y lavado de activos.

Alan García Nores, según los documentos de SUNARP, tuvo la representación de dos apoderados: de Fegurri y Rabobank.


Es decir, el primogénito de Alan García tuvo la representación de dos apoderados de las tierras de Catacaos en disputa: la suya y la de Rabobank. “En el año 2018 el estudio en el que me desempeño (Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados) fue contratado para asesorar a Cooperatieve Rabobank UA en un préstamo a ser otorgado a la sociedad Fegurri SAC (…) actué como asesor legal de su contraparte Cooperative Rabobank UA”, explicó García Nores a Wayka. 

El banco holandés Rabobank, que recurrió a los servicios de Alan García Nores, no necesita presentación: es conocido mundialmente por comprar 140 hectáreas de tierras presuntamente “robadas” a agricultores rumanos que denuncian ser víctimas de traficantes, por ofrecer servicios financieros a empresas dedicadas a la producción de aceite de palma que deforesta la Amazonía, y más.

Rabobank también transfirió gran parte de sus ganancias a entidades del paraíso fiscal de Curazao presuntamente para evadir impuestos, según reveló un informe de la consultora Richard Murphy FCA para la alianza partidaria del Grupo Verde del Parlamento Europeo. “No tengo conocimiento de acusaciones de compras de terreno en Rumanía ni de informes preparados para el “grupo verde” del parlamento europeo sobre evasión tributaria”, comentó García para este reportaje. 

El banco holandés tiene un largo historial de cuestionamientos relacionados al delito de obstrucción a la justicia, evasión de impuestos en paraísos fiscales y la adquisición de tierras que habrían sido despojadas por traficantes de tierras.


En febrero de 2018, Rabobank también fue sancionado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos con una multa de casi US$ 370 millones, por permitir que narcotraficantes de México movieran dinero en sus cuentas bancarias, y por obstruir la investigación por lavado de activos de la Fiscalía.

A pesar de todos estos antecedentes, el Banco Central de Reserva del Perú (BRCP) califica a Rabobank como uno de los 415 bancos de primera categoría, y la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (SBS) admitió el 5 de diciembre de 2018 a un representante del banco holandés en el país.

El lazo sodálite

En Catacaos, Piura, las 675 hectáreas de tierras de Fegurri no son lo único que colindan con los terrenos de las empresas vinculadas al Sodalicio. También sus negocios. De acuerdo con los registros de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), desde fines de 2016 Fegurri es parte del Consorcio Bajo Piura, también conformado por el Consorcio Santa Regina.

Este consorcio entre Fegurri y Santa Regina tiene como dirección fiscal la Calle 28 Número 150, en el distrito de San Borja, donde también funcionan tres empresas vinculadas con el Sodalicio: Inversiones San José SAC, Inmobiliaria Miraflores Perú y Constructora Miraflores Perú. La sede central del Sodalicio se ubica a la espalda de ese inmueble.

Ubicación de las oficinas de las empresas mencionadas. A la espalda, la sede central del Sodalicio de Vida Cristiana.


Los apoderados del Consorcio Bajo Piura son Alejandro Carvajal Tapia (de Fegurri) y Carlos Nino Bianchi Figueroa, representante de Inversiones Santa Regina, otra empresa relacionada al Sodalicio que también tiene tierras en Catacaos. Pese a las conexiones de Fegurri con los negocios del Sodalicio, Alan García Nores negó haber tenido contacto con algún funcionario de estas empresas o con la agrupación religiosa.