Las otras víctimas del Sodalicio: Comunidad San Juan de Catacaos espera que el Papa Francisco también sancione al Sodalicio por apropiarse de sus tierras

Desde Wayka conversamos con el señor Marcelino Ynga sobre la situación actual en Catacaos ante el despojo de sus tierras por empresas vinculadas al Sodalicio de la Vida Cristiana que denuncia. Ahora, con la disolución de esta organización, esperan que también el Papa Francisco les de una solución.

Por Lucía Castro

El señor Marcelino Ynga toda su vida ha vivido en la comunidad San Juan Bautista del distrito de Catacaos en Piura; sin embargo, desde el 2011, él y toda su comunidad viven con el miedo perenne de ser despojados de sus tierras, ya que la Asociación Civil San Juan (ACSJB), vinculada al Sodalicio de la Vida Cristiana, con supuestos falsos documentos, quiso desalojarlos de todas sus tierras, que por derecho ancestral les pertenecen. 

Actualmente, los campesinos tienen un proceso judicial en su contra, por parte de esta asociación quelos demandó con el fin de desalojarlos vía judicial de sus territorios.Si bien en primera instancia, la magistrada Iris Soledad Suárez Lozada, del Juzgado Transitorio de Catacaos, falló a favor de la ACSJB. En noviembre del 2021, la defensa legal de los 10 comuneros afectados presentó un recurso de apelación, que hasta el momento la Corte Superior de Piura no resuelve. 

Es por ello que los comuneros aún no pueden tener paz, ya que viven con el constante miedo de ser atacados por estas empresas, que años atrás los han criminalizado; sin embargo, el señor Marcelino cuenta a Wayka que aún tiene esperanza que este caso se archive luego de la disolución del Sodalicio por parte del Vaticano. 

¿Cómo recibió usted y sus comunidad la noticia de la disolución del Sodalicio?

Nos sentimos contentos de que el Santo Padre disuelva esta organización, porque a nosotros como seres humanos nos han hecho mucho daño, al pretender despojarnos de nuestras tierras. Nos mataron a nuestros animales, al sembrío que hacíamos. Ellos venían con sus máquinas en la noche a destruir lo que nosotros cultivábamos.

Ha sido una triste experiencia ver tanto atropello por esta organización que nos ha hecho tanto daño. Nosotros en ningún momento hemos vendido un metro de tierra a nadie y ellos han tenido el poder de registrar nuestras tierras en registros públicos.

Una de las formas de intentar despojarlos de sus tierras fue denunciarlos de usurpación ¿Estas denuncias contra ustedes han sido archivadas?

Treinta y nueve comuneros fuimos criminalizados por esta organización. Todos somos personas que hemos vivido en estos campos durante décadas por nuestros ancestros y en el año 2011 fuimos criminalizados por Asociación Civil San Juan. Por suerte, de todos los comuneros que hemos sido denunciados, todos los procesos han salido a favor nosotros. Ellos nos han denunciado para callarnos, para meternos a la cárcel o de repente quitarnos la vida.

Ahorita solamente nos queda el caso de desalojo que se encuentra en la Corte Superior de Piura. Nosotros esperamos que de una vez la corte de una solución de una vez porque venimos exigiendo justicia desde hace muchos años.

¿Actualmente, continúan los amedrentando? ¿Hay algún ataque de parte de ellos o ya han parado?

Ahora tienen otra forma de agarrarnos, por ejemplo, ponen cercos en los caminos que nosotros pasamos. Y esos son caminos ancestrales, pero ellos lo comienzan a acercar. Otro problema es el ganado. Ya no confiamos en dejarlo solo porque ellos crían perros para que maten el ganado. Y esa es otra forma de desaparecernos.

Nosotros ya hemos hecho las respectivas denuncias, pero las autoridades no nos hacen caso, y para seguir el proceso tenemos que ir a la ciudad,  porque en realidad nosotros vivimos del campo, y para ir la ciudad tenemos que ocupar un día entero.

En realidad ya no somos la personas de antes. Antes confiábamos en todo. Ahora nuestros hijos, nuestros nietos ya no se quieren quedar solos a veces en el pastoreo de ganado. Hay un temor que nos han metido de que en cualquier momento nos puede pasar algo, pero gracias a Dios que nosotros tenemos la fe. Nunca lo hemos perdido en esta oscuridad que hemos caminado por tanto tiempo. Dios nos ayuda a continuar con esta lucha.

Por el momento, el Vaticano, a nombre de la Iglesia Católica, es la única institución que se ha mostrado dispuesta a hacer justicia de los atropellos del Sodalicio ¿Hay alguna comunicación, luego del anuncio de esta disolución?

La semana pasada por pedido de los comuneros, le hicimos una invitación al Monseñor Guillermo Elias. Él nos ha visitado para que vea la propia realidad de cómo estamos y sea un mensajero más directo y le puede mandar nuestros pedidos al Santo Padre.

Al padre Guillermo ya le dijimos todo y nos dijo que se iba a hacer una mesa de trabajo con ellos para ver esta situación. Nosotros lo único que pedimos es que las tierras de la comunidad sean devueltas. 

Ahora que la Iglesia está haciendo su trabajo ¿Espera que el sistema judicial peruano también responda su pedido de justicia?

Estos casos vienen ya desde hace 14 años, y no vemos que haya una autoridad que luche por el campesinado. Las personas que están gobernando ahora al Perú no nos generan ninguna confianza. A esta gente ni siquiera podemos pedirles que nos ayuden, porque no nos representan.

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