Alarmante. Según el estudio Global Urban Ambient Air Pollution Database de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Lima es la ciudad con el aire más contaminado de Latinoamérica.

Esta evaluación mide el tamaño de las partículas contaminantes y su espectro por metro cúbico, y dio como resultado que la contaminación se origina en un 70% por el parque automotor y el resto por actividad comercial e industrias de generación de energía.

Entre los distritos más contaminados de Lima, figura en primer lugar San Juan de Lurigancho, debido al parque automotor y a su ubicación geográfica. Al encontrarse en una quebrada, provoca que vientos locales del sur y centro carguen el aire de la zona y afecten a su población.

El segundo lugar lo ocupa El Agustino, que tiene la mayor concentración de polvo atmosférico sedimentable (PAS), originado básicamente por la industria de la construcción. Esto genera enfermedades a la piel y males respiratorios en la población de este distrito.

Los otros distritos con alta contaminación de su aire son Comas, Carabayllo y Villa María del Triunfo por su ubicación ya que los vientos transportan la contaminación de otros distritos, el alto tránsito de vehículos de transporte, a presencia de la industria de contrucción y la falta de áereas verdes.

Eric Concepción, experto en temas de aire y exfuncionario del Ministerio del Ambiente (Minam) recomendó algunas medidas para poder afrontar esta alarmante situación:

1. Dar beneficios tributarios para promover la renovación del parque vehicular hacia unidades híbridas con la importación de unidades de transporte modernas.

2. Las autoridades tienen la responsabilidad de educar a las comunidades en cuanto a cuidado del medio ambiente para eliminar malas prácticas como la quema la basura, las fiestas con uso excesivo de pirotécnicos que emiten una gran cantidad de plomo, y promover el reciclaje responsable.

3.  Regular el uso de combustibles contaminantes como la gasolina de 84 octanos. El Perú es uno de los pocos países en donde aún se vende.

4. Fiscalizar el comercio informal que contamina de manera muy agresiva y opera con total impunidad, como el caso de los chatarreros.

5. Premiar las buenas prácticas empresariales que se destaquen por reciclar y reusar gran parte de su materia prima.