Con el descubrimiento del cuerpo de Marisol Estela Alva, ya son 134 casos de feminicidios reportados este año.

Redacción Wayka


El cuerpo de Marisol Estela Alva fue encontrado dentro de un barril a punto de ser sepultado en un descampado en Villa El Salvador. Sabemos que el principal sospechoso del crimen es su expareja, Luis Estebes Rodríguez, quien según declaraciones de la hermana de la víctima trataba a Marisol como si fuera “de su pertenencia”. Según las estadísticas actualizadas hasta el mes de octubre del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, del total de casos reportados por violencia contra las mujeres, el 58% señalan como agresor a la pareja –o expareja- de la denunciante. Lo que revelan las cifras es que la violencia se gesta dentro de las parejas pero, ¿son los celos el principal detonante de un feminicidio?


No están enfermos


Según un estudio realizado por Wilson Hernández (U. de Lima) encargado por el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), se identificó tres tipos de agresores teniendo como referencia entrevistas realizadas a internos de penales de Lurigancho y Castro Castro:
El 73% de los entrevistados tenía muy baja probabilidad de ejercer cualquier tipo de violencia, a pesar del delito por el cual cumplían sentencia. Además de eso, no presentaban evidencia de trastornos mentales.

El segundo grupo representaba al 23% de los entrevistados. Ellos sí presentaban una alta predisposición para ejercer violencia, sin embargo, seguían sin presentar signos de trastornos de personalidad.

Por último, solo el 4% de los entrevistados manifestaba algún tipo de trastorno de la personalidad como personalidad antisocial, limítrofe o dependencia emocional. Sorprendentemente los actos violentos de este grupo de agresores eran menos severos.


Ni celos ni crímenes pasionales


Según Fatima Toche, abogada especialista en las nuevas tecnologías, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en el caso Gutiérrez Hernández y otros versus Guatemala se pronunció respecto al uso de conceptos como “crimen pasional” o “homicidio por celos” como estereotipos que justifican la violencia contra la mujer. “El calificativo ‘pasional’ o ‘por celos’ pone el acento en justificar la conducta del agresor y culpabilizar a la víctima”.


“La Corte IDH ha sido clara al decir que este tipo de estereotipos afectan la objetividad de los funcionarios y operadores judiciales, pues distorsionan sus percepciones sobre el caso y por eso terminan fallando de manera muy benevolente para los agresores, perpetuando así el círculo de violencia”, mencionó Toche a Wayka.


Toche recordó también que en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) del que nuestro país forma parte, los países subscritos “deben de tomar todas las medidas para modificar lo patrones socioculturales de conductas de hombres y mujeres con miras de alcanzar la eliminación de prejuicios y prácticas consuetudinarias que estén basadas en un concepto de inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas d hombres y mujeres”.

Señales de alerta


Es importante promover nuevas y saludables formas de relacionarse en pareja para evitar que actos violentos sean justificados como muestras de “amor”. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), cuenta con una plataforma llamada “Toxímetro” que según su descripción, es una herramienta digital que te ayuda a identificar algunas señales de riesgo de violencia de género en tu relación de pareja.


Además, Wayka mediante su programa digital Chicha Morada ha compartido un capítulo en donde se habla también de los diferentes tipos de violencia romantizadas.