Jimmy Herf es el nombre del protagonista de uno de los libros más célebres de John Dos Passos: Manhattan Transfer. Herf es un periodista de origen judío, que suele ir a contracorriente de las conductas dominantes de la sociedad neoyorkina. Leí el libro hace años, y me acaba de saltar a la mente una escena del mismo. Disculpen los errores de mi memoria, pero mientras escribo estas líneas estoy en un lugar donde no tengo el libro a mano y ando un poco a la aventura. Así que solo estoy apelando a mis recuerdos lejanos. En la escena en cuestión, Herf le dice a la chica que le gustaba algo así: “Todos buscan el éxito. Yo busco el fracaso. Eso es lo realmente sublime”.

Esta semana en que Lourdes Flores Nano, la constante perdedora de varias campañas electorales, vuelve a colocarse en la palestra mediática, he recordado la frase de Herf. Flores Nano, una y otra vez, pareciera esforzarse en fregarla adrede, en ir derecho hacia el barranco. Y no solo fracasa ahora como candidata, sino también tira por los suelos la imagen de “honesta” que pudo tener para varios (o pocos) en el imaginario colectivo. Es decir, busca su descalabro en varios frentes, pues con ella también arrastra hacia abajo a su partido, el PPC. Incluso, fue estrepitosa su alianza con Alan García, conociendo que AG tiene la imagen del político más corrupto que tenemos, según encuestas. Y allí el fracaso fue doble, pues no solo empeñó la imagen del partido, sino que no lograron meter ni un congresista. Desde la Asamblea Constituyente de 1979 no sucedía que el PPC se quedé sin representación en el Parlamento. Fracaso histórico, por tanto. Fracaso histórico de Lourdes, cabeza visible de tal junta con AG (con foto bailando marinera con él incluso).

Como señalaba, esta semana un testigo aspirante a colaborador eficaz aseguró que Flores Nano solicitó 200 mil dólares a Odebrecht para su campaña al sillón municipal en 2010, y —entre otros pedidos—, también 10 mil dólares para financiar una encuesta en la justa para la presidencia de 2016 (en la mencionada nefasta y fracasada alianza con AG). Lourdes perdió la carrera a la alcaldía de Lima, en gran parte por los llamados “poto audios”, en que —como recordamos— dijo en una conversación telefónica que le interesaba un “comino” la elección y que “métanse la alcaldía al poto” (literalmente… es que Lulú, fina ella, no puede decir “culo”).  Y acá está detalle que quiero resaltar. Lourdes Flores hablaba con el pepecista Xavier Barrón, quien le proponía a Lourdes ir a hablar con Alfredo Torres, de la encuestadora Apoyo, para que les arreglen un poco los números.

El detalle mencionado, me parece relevante. Pues evidencia el manejo de encuestas dinero (u otros intereses) de por medio. No es ninguna novedad. Pero hay que amarrar lo de Barrón a lo que dijo esta semana el testigo: que Lourdes pidió 10 mil dólares para financiar encuestas. ¿Me dejo entender? Ojo, son diferentes años de campaña, pero el modus operandi deducido es el mismo.

A su vez, recuerdo con total claridad una entrevista que le hace el periodista Juan Carlos Tafur a Flores Nano ya en la campaña de 2016. En esa conversación Tafur le dice que no tienen ninguna posibilidad según las encuestas. Lourdes le contesta que tienen sus propias encuestas donde los porcentajes los favorecen. Tafur, como es lógico, le pide verlas y que las difundan. Flores, sin saber bien qué decir, tartamudea un poco y desvía el tema diciéndole que son encuestas internas. O sea, ¿quién no quiere mostrar las encuestas que lo favorecen? Y ya no sé si por humor ácido o algo así, Flores cita a las encuestadoras IDICE, diciendo que no se equivoca (esa encuestadora que funciona solo en campañas ponía a García segundo todo el rato, y luego de quedar entre los últimos dijo como excusa que se había desinflado en los últimos días); y a CIT (que ponía a Renzo Reggiardo en la segunda vuelta, y tuvo que retirarse de la campaña). [Acá pueden ver la entrevista en los primeros minutos: https://www.youtube.com/watch?v=lg-yOz9XHy8 ]

Como decía mi abuelo: Piensa mal y acertarás.