Marcha del Orgullo se realizará este 28 de junio pese al cambio de ruta impuesto por la Municipalidad de Lima
Por Lucía Castro
La Marcha del Orgullo volverá a las calles este 28 de junio, a pesar de las restricciones impuestas por la Municipalidad de Lima, que por tercer año consecutivo ha cambiado la ruta tradicional dadas las restricciones para acceder al Centro Histórico de Lima.
Jorge Apolaya, vocero del Colectivo Marcha del Orgullo Lima, explicó que desde la gestión de Rafael López Aliaga, la municipalidad aplica con rigidez la ordenanza de “intangibilidad” del Damero de Pizarro, impidiendo que la movilización llegue a los espacios históricos donde solía culminar; sin embargo, el alcalde sí ha permitido otros “eventos” en la zona, como la visita del youtuber estadounidense Speed, que alborotó las calles del Centro o el matrimonio de la conocida influencer Alexandra Baigorria, hija de un alcalde distrital del mismo partido que López Aliaga
“Cuando a ellos les da la gana dan permiso, literal, nos han ido orillando con diferentes motivos, si bien la marcha se desarrollará en otros espacios seguiremos insistiendo para que volvamos al centro de Lima”, enfatizó Apolaya para Wayka.
Este año, la municipalidad no solo limitó la ruta, sino que prolongó su silencio administrativo hasta mayo, obligando al colectivo a realizar una conferencia de prensa para forzar una respuesta.
Pese a las trabas, la marcha seguirá adelante y ya se está planificando una nueva estrategia para volver al Centro: solicitar formalmente que la Plaza Mayor sea el punto final de la Marcha del Orgullo 2026.
“Los espacios públicos también nos pertenecen. La marcha es un evento cultural que promueve la cultura de paz y la convivencia desde el reconocimiento de la diversidad”, afirmó Apolaya.
Además, recordó que la Marcha del Orgullo es un espacio abierto, público y diverso. “Es una marcha que hace una convocatoria abierta y masiva para que diversas personas que quieran aportar, colaborar, principalmente con la parte más de gestión, coordinación y trabajo del día a día, puedan sumarse desde las primeras reuniones”, explicó.
Apolaya también enfatizó que la invitación no es exclusiva para organizaciones LGBTIQ+, sino que se extiende a sindicatos, comerciantes, ollas comunes, grupos universitarios y cualquier colectivo que defienda la igualdad y los derechos humanos.
“Es un espacio para todas las agrupaciones que consideren que la igualdad de todas las personas es necesaria para promover una sana convivencia en el país”, subrayó.
Resistencia frente a retrocesos
La Marcha del Orgullo este año tiene el lema “Nuestros derechos no son negociables: ¡No mas leyes de odio!”, debido a un contexto adverso para la comunidad LGBTIQ+ en el país.
El colectivo, en un conferencia de prensa, denunció medidas recientes que consideran retrocesos y amenazas directas, como la llamada “Ley de Baños”, que busca prohibir a las personas trans el acceso a baños públicos según su identidad de género, y el Decreto Supremo 009-2024-SA, del Ministerio de Salud, que patologiza nuevamente a las personas trans al catalogarlas como población con “incongruencia de género”.
Además, criticaron el avance del proyecto de ley n.º 3383 en la Comisión de Cultura del Congreso, que permitiría censurar manifestaciones culturales por supuestos contenidos “eróticos, violentos u obscenos”, lo que abre la puerta a ataques contra expresiones de diversidad.
La ruta de la marcha 2025
Este año, la Marcha del Orgullo partirá desde la Av. La Peruanidad (Campo de Marte), seguirá por las avenidas Salaverry, San Felipe, Garzón, 28 de Julio, y retornará al punto de inicio. Aunque la movilización ha sido desplazada de su recorrido emblemático, la comunidad LGBTIQ+ insiste en que la lucha continuará hasta recuperar los espacios públicos del Centro de Lima.
Finalmente, la marcha cerrará con un evento cultural en el que se presentaran artistas como Milena Wharton, Angie Chávez, Gad Yola, entre otros, como lo suelen hacer; sin embargo, este año en particular se dará la presentación del Elenco Nacional de Reguetón LGTBIQ+, un proyecto que “busca desafiar las normas de género y heteronormatividad que históricamente han dominado el género urbano, resignificándolo desde el goce y la identidad marica”.
