Tras las multitudinarias protestas nacionales, la ciudadanía peruana logró la renuncia de Manuel Merino de Lama; sin embargo, el expresidente de facto continúa teniendo derecho a voz y voto dentro del Congreso. Además, aún mantiene su inmunidad parlamentaria y podría recibir los beneficios que le corresponden a los exmandatarios.

La legislación peruana establece que los expresidentes reciben una pensión mensual de 15 mil 600 soles, un vehículo, chofer, agentes de seguridad, seguro de salud, pago en efectivo de galones de gasolina para movilizarse por el territorio nacional y protección del antejuicio durante cinco años luego de terminadas sus funciones en el Poder Ejecutivo.

La Mesa Directiva del Congreso es la única que puede quitarle estos beneficios vitalicios a Manuel Merino.

“La Mesa Directiva del Congreso determina si es que a Merino le corresponderá todos los beneficios que son propios de un presidente. No es lo mismo que se ocupe el cargo 5 días, a que se ocupe 5 años. Por razones de proporcionalidad y razonabilidad, probablemente no se le reconozca el beneficio”, señaló el constitucionalista Delgado-Guembes a Diario La República.

Por su parte, el constitucionalista Omar Cairo alertó que, de no revocarle los beneficios presidenciales a Merino, no se le podrá procesar penalmente por delitos que habría cometido en el ejercicio de su función presidencial al menos durante cinco años. Pues primero tendría que realizarse un antejuicio en el Congreso.

Para que pueda ser procesado, la Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, tendría que presentar una denuncia constitucional contra Merino. Así, el antejuicio podría adelantarse para que el parlamentario golpista sea juzgado y sentenciado por los delitos perpetrados durante su corto mandato.

“El Congreso recibe la denuncia constitucional y la subcomisión de investigación decide si inician el antejuicio acusando al expresidente en la Comisión Permanente ante el Pleno y este decide si habilita el proceso judicial, en cuyo caso la fiscal estaría obligada a denunciar al expresidente ante el vocal instructor de la Corte Suprema”, detalló Cairo.

Han pasado tres días desde que Manuel Merino dimitió de la presidencia de la República. En las sesiones del pleno del Congreso se le continúa llamando para que exprese su voto, pero el silencio es la única respuesta que se obtiene desde su curul. Mientras tanto, la ciudadanía se pregunta dónde está Merino y cuánto tiempo deberá pasar para que responda ante la justicia.