Norma Rivera dice que ha perdido la esperanza y la alegría desde que su hija, Shirley Villanueva, desapareció. Pese a que denunció el caso, solo ha recibido maltratos de los operadores de justicia ¿Cuánto tiempo más va a pasar hasta que pueda encontrarla?
Claudia Risco
El día que desapareció, Shirley Villanueva, una joven de 24 años que acababa de egresar de la carrera de Ingeniería Geográfica de la UNMSM, tomó desayuno con su mamá, la señora Norma Rivera. Se despidió con un beso rápido porque tenía que abordar el metro para llegar hacia su trabajo, en la Municipalidad del Callao, donde hacía prácticas desde octubre del 2016. Ese día la madre de Shirley esperó que volviera a casa en el horario habitual; las 8 de la noche. Dieron las 9, las diez, las once, pero Shirley no regresó a casa. Este 23 de marzo se cumplen cinco años de su desaparición.
Norma Rivera, una mujer de 56 años, ha perdido la esperanza en el sistema de justicia peruano. Cuando fue a denunciar la desaparición de su hija, integrantes de la Policía Nacional del Perú le dijeron cómo una joven puede salir sola con tres muchachos a tomar cerveza. Mientras que la fiscalía archivó la investigación en 2017. La defensa legal de la familia de Shirley ha pedido que se reabra el caso.
— Hay mucha impunidad, uno siente que no encuentra justicia, si no tienes dinero no puedes hacer nada, no es justo que una madre no sepa dónde está su hija, no sepa ni siquiera a dónde llevar una flor, un recuerdo, ir a llorarla, yo no sé donde está mi hija, esa es mi lucha— comenta Rivera.
¿DÓNDE ESTÁ, SHIRLEY?
En las últimas imágenes, donde se muestra con vida a Shirley se le ve acompañada de otros tres jóvenes entrando al grifo Primax de la Av. El Ejército con Sucre. Allí compraron un whisky y unos snacks. Al salir, cruzan el patio del grifo y no se les ve más.
Los tres jóvenes que la acompañaban eran sus compañeros de la universidad: Bryan Arenas, Joseph Velásquez y Édgar Pozo. Cuando la señora Norma pudo comunicarse con ellos, los tres dieron versiones distintas:
—Sí, hemos estado con Shirley, pero ni bien terminó el partido se fue—.
—No, señora. Cuando terminó el partido, la embarcamos en el micro hacia su casa—.
—Señora, se ha ido con Bryan Arenas en un taxi—.
Bryan Arenas se comunicó con los padres de Shirley para decirles que habían ido a la playa y que la joven se había ahogado. Las prendas y artículos personales de Shirley fueron encontrados en la playa y en un tacho de basura cercano a la Universidad San Marcos.
“La ropa fue encontrada en distintas partes de Lima y ellos dijeron que, por miedo a que se les indique por un delito mayor, la fueron ocultando. Pero eso debió ser un indicativo para decir que había elementos para considerar que fue un feminicidio”, comenta Edith Aiquipa, abogada del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, institución que lleva el caso desde el 14 de mayo del 2018. Los jóvenes solo fueron sentenciados por omisión de auxilio de persona en peligro y se encuentran libres.
CUESTIONADA INVESTIGACIÓN
En el 2017 se inicia un proceso penal contra los jóvenes, pero no se toma en cuenta que incurren en contradicciones. Ni tampoco que la ropa y el celular de Shirley fueron manipulados. “Hay un intento de encubrimiento, de desaparecer las pruebas”, menciona Aiquipa. El proceso penal se cierra. Ese año, la familia de Shirley también interpuso una denuncia por el delito de feminicidio pero se desestimó.
“Hemos interpuesto una demanda de amparo el 15 de octubre de 2018”, continúa Aiquipa. Con este recurso, la abogada pretende demostrar al juez que hubo vulneración de derechos en la investigación penal y se pide reabrirla.
La demanda fue declarada improcedente y rechazada, pero Aiquipa apeló. Todo el expediente se elevó a la sala constitucional y esta falló a su favor; es decir, que la demanda volverá a ser revisada y podría ser admitida.
“Esto ha demorado, estamos en litigio tres años y medio, la sala nos dio la razón en la apelación, dijo que esta demanda amerita ser admitida. El juzgado constitucional transitorio de lima ya debió haberse pronunciado y decir se admite la demanda y continuamos el proceso, pero hasta ahora no lo hace”, denuncia Aiquipa. El tiempo máximo en el que el juzgado debió dar una respuesta fue un año.
Sobre el tiempo que demora el juzgado, Aiquipa señala que es una exageración que linda con el maltrato sobre todo a los familiares, “la señora Norma está siendo directamente afectada”.
CONVOCAN A PLANTÓN
Diferentes colectivos feministas unen esfuerzos para participar del plantón convocado por la señora Norma Rivera para exigir al 1° Juzgado Constitucional Transitorio de Lima que reabra el caso. El evento se realizará este miércoles 23 de marzo a las 12 mediodía en Av. Abancay 459, frente a la Biblioteca Nacional.
Durante los últimos meses, la señora Norma recorre los bordes de la Costa Verde con la secreta esperanza que el mar le regrese a su hija “Nada me va a devolver a mi Shirley, pero encontrar justicia al menos sería un consuelo, tengo derecho a saber qué pasó con mi hijita, encontrar lo que queda de ella ”, finaliza.