PLANETARY
Warren Ellis (Guión) y John Cassaday (Dibujos)
ECC Ediciones, 2015

Para quienes tengan interés en el cómic de ciencia ficción circula en las librerías locales la excelente serie Planetary, que usando una trama principal afín al misterio y el suspenso presenta algunos de los temas clásicos de la ciencia ficción (experimentos ocultos, monstruos y mutantes, alienígenas exploradores) junto a tópicos más modernos (realidades alternativas, habilidades hacker, conspiraciones gubernamentales). La historia sigue los esfuerzos de un equipo de la Organización Planetary para evitar que un grupo llamado Los Cuatro Viajeros se haga con los conocimientos secretos del mundo y llegue a dominar por completo el planeta.


En el mundo donde esto ocurre coexisten los mitos antiguos y modernos. Hay islas perdidas con monstruos gigantes, civilizaciones escondidas en la selva, científicos rompiendo las leyes de la física. Cada cien años nacen seres de capacidades súperhumanas que forman equipos con personas con ciertas cualidades especiales: la narración sigue las aventuras de un equipo de éstos formado por Elijah Snow (que puede alterar el frío circundante), Jakita Wagner (mujer de fuerza y agilidad extraordinarias) y el Baterista (que puede entender el “lenguaje” de las máquinas) contra una versión maligna de los Cuatro Fantásticos y sus aliados en gobiernos y
corporaciones con agendas conspirativas. El guion de Ellis sabe explotar temas como los fenómenos cuánticos, el potencial de la cibernética y las posibilidades de la evolución transhumana mientras desarrolla la trama detectivesca; aunque inevitablemente hay episodios mejores que otros y haya alguna que otro bajón (sobre todo en la resolución, algo apurada). Lo mejor es el desfile de íconos y símbolos de la ciencia ficción y la mitología moderna, reimaginados con conocimiento y buen aderezo satírico o melancólico. Como suele pasar en los guiones de Warren Ellis, su tendencia a la violencia explícita rayana en lo gore puede ser un demérito, aunque no desmerece el estupendo trabajo de Cassaday en los dibujos (notable en algunas de las páginas de extrapolaciones fantásticas).


También le da buen nivel a este cómic el aire anárquico que se respira en la posición del equipo Planetary: los descubrimientos asombrosos que se hacen no deberían ser propiedad de Estados ni corporaciones y mucho menos para únicamente lucrar con ellos mientras acrecientan su dominio sobre el resto, sino ser beneficiosos para todas y todos tanto como hacer de este mundo un lugar benévolo para la curiosidad y la novedad.