El pastor movilizó a los seguidores de El Aposento Alto para que la congregación contara con una radioemisora. Hoy Radio Fe existe, pero no le pertenece a la iglesia que pagó por ella, sino a otra asociación fundada por Santana que la administra como negocio propio.

Por Lucero Ascarza Canales

La organización El Aposento Alto siempre trabajó por metas. Desde sus inicios, a fines de los años 90, los fieles aportaban para el alquiler del espacio donde hoy se encuentra su sede central, luego para la compra de este y su mantenimiento.

Después, el pastor Alberto Santana les presentó una nueva meta: adquirir una radioemisora propia, Radio Fe.

«Decían que la radio es para Dios, para que a través de las ondas radiales salga a muchas quebradas, a muchos lugares y muchas almas», explicó a Wayka la excoordinadora de economía de El Aposento Alto, Amanda Vidaurre.

De acuerdo con el testimonio de otros exfieles de El Aposento Alto, se les entregaban sobres para que pudieran escribir ahí sus peticiones y colocaran una ofrenda para la radio. Muy aparte de la ofrenda y diezmo de siempre.

No había un monto fijo por persona. Cada donación podía ser de 10 o 100 soles. Un exmiembro de El Aposento Alto que prefirió no dar su nombre indicó que «el gancho era obviamente ‘haznos tu petición, nosotros vamos a estar orando por tu petición, pero tienes que dar tu ofrenda’».

Con los fondos reunidos a costa del esfuerzo de los integrantes de la organización, en 2005 Alberto Santana presentó una postulación para el Concurso de Licitaciones de Frecuencias de Radio en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).

Pero no lo hizo a nombre de la iglesia El Aposento Alto, sino a nombre del Ministerio Mundial Asociados – Dr. Alberto Santana, presidida por el polémico pastor.

¿Radio Fe o Radio Santana?

En el concurso público de 2005, la asociación de Alberto Santana resultó ganadora de tres frecuencias: en Andahuaylas, Chepén-Guadalupe y Tarma. Por la primera abonó 10 mil 100 soles, por la segunda el mismo monto y por la tercera 8 mil 100 soles. En suma, casi 30 mil soles ese año.

Solo un año después, el Ministerio Mundial Asociados – Dr. Alberto Santana se presentó también para la licitación de frecuencias en AM para Lima y resultó ganador. En este caso, el precio que pagó fue 350 mil soles.

Acta de Buena Pro según Concurso Público N° 002-2006-MTC/17. Figura aquí la oferta económica de la asociación de Alberto Santana para obtener la frecuencia 1220 AM.

La inversión no hubiera sido posible sin las ofrendas de los fieles; pero, aún así, la frecuencia de Radio Fe – Lima no está a nombre de la iglesia cristiana El Aposento Alto. Tampoco lo están las otras frecuencias adquiridas por Alberto Santana con el dinero y empeño de los fieles.

En todo el territorio nacional. De acuerdo con el Registro Nacional de Frecuencia del MTC, el Ministerio Mundial Asociados – Dr. Alberto Santana tiene frecuencias autorizadas en Ayacucho, Amazonas, Arequipa, Cajamarca, Cusco, La Libertad, Lambayeque, San Martín y Tumbes. En total, llegaría a más de 20 provincias en el Perú. Solo en el concurso público de 2007, pudo haber pagado más de 347 mil soles por dichas frecuencias.

Cifras procedentes del Acta de Buena Pro del Concurso Público N° 002-2007-MTC/28.

Radio Fe no debe su existencia únicamente a las ofrendas de los fieles de El Aposento Alto, también a su trabajo. No bastaba con haber ganado la licitación de frecuencias, era necesario, también, tener las instalaciones necesarias para el funcionamiento de la radio.

“La radio no puede ser de él, nos pertenece a todo el pueblo porque todos hemos contribuido ahí”, expresa Amanda Vidaurre, quien fue parte de la iglesia El Aposento Alto por 22 años.

Quienes trabajaron directamente para hacer posible la instalación de la antena de la radio fueron los mismos fieles de El Aposento Alto. Es gracias a ellos que, a inicios de 2010, Radio Fe – Lima salió por primera vez al aire.

Sin embargo, para que eso fuera posible hizo falta un paso más: el terreno donde los fieles ayudaron a instalar la antena de Radio Fe; una de sus varias propiedades que podrían estar en la mira de nuevas y más investigaciones sobre la procedencia de sus ingresos.