Redacción Wayka

Insólito. El partido político fundado por el empresario José Luna Gálvez, Podemos Perú, ha publicado  un protocolo para el tratamiento del COVID-19 y fortalecer el sistema inmunológico, “después de tratar con éxito a pacientes diagnosticados en nuestra agrupación política”. Instituciones y organizaciones especializadas y activistas del sector salud rechazan esta medida.

Desde las cuentas oficiales de sus redes sociales, el partido Podemos Perú publicó un breve protocolo para tratar el nuevo coronavirus elaborado por el supuesto equipo médico de la organización política conformado por los médicos cirujanos y militantes Enrique Wong y Pablo Ramírez.

Según su comunicado, la guía fue realizada en base a “autopsias realizadas en Italia, España y China” y que además “ha sido probada con éxito en pacientes de la alta dirigencia” del partido. Sin embargo, en ninguna de las dos páginas de su protocolo se mencionan los estudios o ensayos clínicos en los que se basan.

En resumen, y sin ningún sustento científico citado, Podemos recomendó el anticoagulante Enoxoparina por hasta  tres días para reducir y evitar los coágulos y trombos, el prednisolona o depomedrol para reducir la inflamación, el ivermectina para disminuir la carga viral, y la azitromicina o ceftriaxona para evitar infecciones secundarias.

Rechazan recomendaciones

Desde el sector salud, las críticas no se hicieron esperar. El neumólogo Samuel Pecho, del Hospital Essalud Edgardo Rebagliati Martin y miembro del Grupo Peruano de Salud Respiratoria – Neumología (Grupsar), aclara: “ningún equipo médico puede desconocer la autoridad rectora del Ministerio de Salud, ninguna experiencia personal como la mencionada por el partido político puede tomarse como evidencia científica válida para extenderlas irresponsablemente a la población”.

Además, agrega el neumólogo Pecho Silva, los medicamentos recomendados por el partido político (enoxaparina, prednisolona, depromedrol, prednisona, ivermectina, azitromicina, ceftriaxona) no son productos de libre comercialización. La compra y consumo de estos medicamentos, sin una verdadera revisión médica, según Samuel Pecho, “conllevarán a un aumento de reacciones adversas, encarecimiento y sobrecostos, desabastecimiento y ningún beneficio”.

Para Carlos Rojas, activista de la organización que defiende el derecho a la salud de personas con tuberculosis y VIH, Coalición TB de las Américas, también es peligroso este tipo de publicaciones. “Lo único que hace es fomentar la automedicación en las personas, tenemos que tener en cuenta que un tratamiento se basa en una evaluación de cada persona y cada tratamiento es individualizado (…) Los medicamentos no son caramelos que pueden ser consumidos libremente sin haber sido prescritos”, sostiene.

Por otro lado, desde el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación (IETSI), el área de Essalud encargada de actualizar la información disponible sobre los medicamentos que se usan en el país, se espera el pronunciamiento del Colegio Químico Farmacéutico y la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID).