Según la Auditoría Médica del Hospital Hipólito Unanue, el personal médico incumplió reglamentos médicos de atención a la paciente que pedía auxilio tras una cesárea
Verónica Mamani había ingresado el 6 de julio al Hospital Hipólito Unanue de Tacna parir a sus dos gemelos que venían en camino. Había esperado nueve meses para ver a sus hijos y a las 5:20 de la tarde terminó su parto por cesárea que se dio sin complicaciones. Horas más tarde, Verónica empezó a sentirse mal y pidió auxilio. La sala de recuperación postparto en la que se encontraba fue testigo de los gritos de Verónica: se estaba desangrando. A las 12:25 am del día siguiente falleció debido a la ausencia de personal médico, según el informe de Auditoría Médica del mismo hospital.
Verónica se encontraba emocionada por el nacimiento de sus dos hijos, ella al igual que su esposo ya tenían los nombres de los nuevos integrantes de su familia. Había asistido constantemente a sus controles prenatales y estaba a la espera del parto. Pero ninguno de ellos esperó que un paro respiratorio producto de un desangrado le quitara la vida.
En la denuncia presentada por la pareja de Verónica ante el Ministerio Público, las madres que se encontraban con ella en la misma sala declararon que Verónica gritaba desesperadamente pidiendo auxilio, golpeaba la cama y ningún personal médico se acercaba para brindarle ayuda. Fue tanto el pedido de Verónica que una madre que recién dio a luz se bajó de su cama para buscar a otros enfermeros o médicos. El panorama fue el mismo: nadie pudo atenderla.
El 7 de julio del 2023, Verónica falleció tras agonizar en una cama del Hipólito Unanue de Tacna. Seis días después, la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Tacna aperturó una investigación por el presunto delito de Homicidio Culposo contra el médico Víctor García Montenegro y los que resulten culpables por la negligencia médica.
Pero ¿Qué fue lo que realmente pasó en el Hospital Hipólito Unanue? El abogado Alex Choquecahua señala que “los médicos durante la cesárea perforaron una artería que irriga a la cavidad uterina que ocasionó un sangrado. El médico no lo reportó y en vez de enviarla a la Unidad de Cuidados Intermedios se le envió al área común”.
Por otro lado, según la Auditoría Médica N°02 existió un manejo inadecuado de la atención postparto quirúrgico debido a que se incumplió los procedimientos establecidos en la Norma Técnica de Historia Clínica y la Guía de Prácticas Clínica para la atención de emergencia obstétricas.
El personal médico debió estar constantemente supervisando a Verónica, pero no lo hizo. En la historia médica se observa que solo se registró tres veces la presión arterial de la paciente. El primero a las 7:30 p.m., el segundo, a las 8:30 p.m. y, el último, minutos antes de que falleciera, 11:55 p.m. A partir del segundo registro se aprecia una baja en la presión arterial, por lo que se debió practicar más tomas de funciones vitales.
Además, no se visualizó el resultado de hemoglobina post cesárea, se debió vigilar a la paciente por un mínimo de 4 horas y solo se hizo 1 hora y 40 minutos. Sin embargo, no se señala a los responsables solo ofrecen como recomendaciones la capacitación al personal de salud en la norma técnica de historia clínica.
El esposo de Verónica se convirtió en padre y horas después en viudo. Tiene cuatro hijos menores de edad y ahora lo único que solicita es justicia.