Graciela Tiburcio Loayza
El excongresista y docente de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), Martín Belaunde, ha sido denunciado por acoso a varias de sus alumnas. Las estudiantes comentaron a Wayka que han reportado su comportamiento a las autoridades universitarias en reiteradas ocasiones, pero no se han aplicado medidas correctivas eficientes contra el profesor.
En un video enviado a Wayka se escucha al excongresista preguntarles a las alumnas si prefieren tener “un hambre atroz o un hombre atrás”, mientras dictaba la clase virtual de Sistemas Políticos Comparados de quinto ciclo de la carrera de Relaciones Internacionales el pasado 16 de septiembre.
Tras estos comentarios, las estudiantes presentaron una queja a Katherine Palza, coordinadora de la facultad de Derecho, quien hizo presente la incomodidad de las alumnas a la decana de la facultad.
Sin embargo, las alumnas señalan que la acción tomada por las autoridades universitarias fue solo hablar con él, quien luego pidió disculpas por haberlas “incomodado”. Una de las estudiantes presente en la mencionada clase nos compartió su testimonio:
Hizo una broma de mal gusto a una compañera diciéndole si prefería tener “un hambre atroz o un hombre atrás”, después de esto por obvias razones mi compañera no quiso contestar por lo que el profesor continuó hostigándola hasta que mi compañera respondió “sin comentarios profesor” con una clara incomodidad en su voz. Luego de todo este incidente (que fue reportado por varias alumnas a su superior) le llamaron la atención y se “disculpó” a la siguiente clase y lo pongo entre comillas porque al disculparse dijo “puede que haya sido un error, pero bueno, yo ya pasé de página, ¿ustedes pueden pasar de página?” y empezó a preguntarnos llamándonos a cada una por su nombre de mujer en mujer si podíamos pasar de página, ¿ya que le podíamos decir? si básicamente nos atacó una por una (incluyéndome) y todo para obligarnos a disculparlo.
En los videos recibidos por Wayka, se observa al profesor referirse a sus comentarios de connotación sexual como una “broma que incomodó a tres alumnas”, haciendo énfasis en que no era algo grave. Acto seguido, comenzó a llamar a cada una de las mujeres de la clase virtual para preguntarles si podían “pasar la página”.
Esta actitud ha sido considerada intimidatoria por las estudiantes. “Él tiene poder administrativo sobre nuestro promedio, por eso el alumnado a veces no se atreve a denunciar”, comentó una segunda alumna a este medio.
Reincidente
No sería la primera vez que Martín Belaunde tiene este tipo de actitudes. Según el testimonio de una tercera alumna, en una clase anterior se refirió a las mujeres como ‘hembras’. “Quiero que las hembras me den su opinión”, dijo en referencia a las estudiantes de la clase virtual.
Incluso antes de la pandemia, el alumnado de la USIL señala que presentaron reiteradas quejas a la universidad por el constante acoso que dirige a las alumnas. Según lo comentado a Wayka, al año se presentan mínimo cinco quejas contra Martín Belaunde, pero los reclamos solo son recibidos verbalmente sin dejar constancia de ellos en ningún documento.
Otra estudiante nos comentó que durante las clases presenciales, cada vez que una alumna quería consultarle algo a Belaunde, debían ir acompañadas con dos o tres amigos preocupadas porque pudiera darse una nueva situación de intimidación o acoso.
Tuve clases con él durante el año 2019, se acercaba mucho a las mujeres al momento de hablar, por lo cual me sentaba de última porque me incomodaba, y evitaba participar para no tener su atención, pero un día al terminar la clase, me acerqué al profesor para preguntarle sobre las lecturas que mandó, termino de preguntarle y me doy la vuelta para irme, se me olvida algo y a los segundos volteo, y veo que el profesor estaba fijamente mirándome el trasero y sentí gran incomodidad. Desde ese día evité todo contacto en clases con el profesor, pero si me percaté que la misma situación pasaba con cualquier chica al momento de salir del salón.
Una cuarta alumna también comparte su testimonio.
Durante clases, antes de llamar a que alguna chica para que participe, comenta con supuestos elogios sobre su foto y la describe un poco, diciendo que quiere que la chica prenda su cámara para verle la cara mejor. Cuando una/o participa, se siente intimidada/o por el profesor por su forma de preguntar constantemente y su aire de superioridad ante sus alumnos; es por eso que algunos de nosotros preferimos nunca participar y no llamar la atención en clase para que no nos llame a hablar.
Son varias estudiantes que narran que el profesor es conocido en la universidad como el docente que acosa a las alumnas. “Hace preguntas que no están relacionadas a la materia, como qué pensamos sobre los bikinis, siempre relaciona los temas sexuales con el curso cuando no tienen nada que ver».
Este tipo de comentarios incluso se han podido presenciar fuera de las aulas, cuando Martin Belaunde era congresista en el 2015 por el partido de Solidaridad Nacional.
“Vamos a tener las cárceles llenas de delincuentes por el terrible delito de mirar con persistencia a una bella mujer. ¿Qué vamos a hacer en la playa? ¿Qué vamos a hacer cuando miramos maravillosos bikinis?”, se le escucha decir durante su intervención en el debate para aprobar la Ley contra el Acoso Sexual.
Habla Belaunde
Wayka se comunicó con el excongresista, quien además ha sido embajador peruano en Argentina entre 2003-2006, para obtener sus descargos. Belaunde negó las acusaciones en su contra y aseguró que es la primera vez que se presenta una queja por su comportamiento.
Además, negó que los «comentarios sexuales» que denuncian las alumnas sean una forma de acoso y señaló que ha presentado su renuncia a la universidad para prevenir un proceso “injustificado” en su contra.
Sin respuesta
Wayka intentó contactar en reiteradas ocasiones con la coordinadora de la facultad de Derecho, Katherine Palza, quien recibió la última queja por acoso, pero no obtuvimos respuesta. Enviamos un correo a la directora de la carrera de Relaciones Internacionales, Patricia Nieto Melgarejo, pero hasta el cierre de esta nota tampoco tuvimos ninguna réplica.
Tras nuestra insistencia, el área de imagen institucional de la USIL nos contestó asegurando que se realizaron las indagaciones y verificaciones correspondientes tras recibir la queja que hizo el profesor durante su clase virtual, pero que la información sobre el caso se mantiene en reserva.
De la misma forma, señalaron que aceptaron la renuncia voluntaria de Belaunde debido a la queja presentada. Wayka preguntó si USIL consideraba que los comentarios de connotación sexual no consentidos hacia alumnas son un acto de acoso sexual a lo que la mencionada oficina respondió que sí, pero que el profesor no ha sido sancionado por eso, a pesar de los videos.
La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), precisó a Wayka que, ante una denuncia por acoso, las universidades están en la obligación de investigar lo sucedido y determinar si hubo o no acoso sexual en agravio del alumnado.
Además, la entidad precisó que los comentarios sexistas o que refuercen los estereotipos o prejuicios de género también son una forma de acoso pues son hechos sin el consentimiento de la persona afectada.
“La Ley Universitaria N° 30220 determina que las instituciones deben proceder con la investigación así el docente haya renunciado, para determinar si hubo hostigamiento y evitar que sea contratado por otra universidad”, señaló Diana Milla, directora de Fiscalización de Sunedu a Wayka.
Esta normativa obliga a las instituciones superiores educativas públicas y privadas a implementar protocolos para la prevención del hostigamiento sexual y la atención de casos. Pero, según los testimonios del alumnado de la USIL, la institución no cumple con esta directiva.
Las alumnas refieren que nunca se han realizado campañas de prevención de acoso y desconocen si existe un reglamento o comité especializado para atender las denuncias. “No toman esos temas como muy importantes. Solo hacen énfasis en el código de conducta por parte de estudiantes”, alerta una estudiante.
En el portal de transparencia de la universidad solo están disponibles el reglamento de pregrado y posgrado donde se consigna como falta grave el hostigamiento sexual en contra de personal empleado por la universidad, docentes y administrativos, mas no señalan nada sobre la violencia contra alumnas y alumnos.
La oficina de imagen institucional tampoco supo dar mayor información sobre si se han realizado este tipo de acciones para prevenir la violencia, pero aseguró que sí cuentan con un protocolo para estos casos. Documento que no aparece en su portal de transparencia y que es desconocido por las alumnas agraviadas.
Hasta la fecha, Sunedu ha sancionado a siete universidades públicas y privadas por no atender debidamente los casos de acoso. Tres de ellas (Universidad Particular de Chiclayo, Universidad Nacional Amazónica y la Universidad Privada Antenor Orrego), fueron sancionadas por no iniciar las investigaciones correspondientes al recibir las quejas y denuncias.
¿Cuántas denuncias han sido atendidas debidamente por la Universidad San Ignacio de Loyola y cuántos profesores han sido denunciados por hostigamiento hasta ahora? Son preguntas que continúan sin respuesta por parte de la institución.