No vinieron para quedarse. Este grupo de ciudadanos venezolanos llegó a Perú por turismo, visitas a familiares y reuniones de trabajo. Llevan un mes varados y no tienen recursos para seguir manteniendo vivienda y alimentación.

Lucero Ascarza

Paulo Méndez tenía un boleto de regreso a Venezuela para el 17 de marzo. Había venido junto a dos compatriotas por trabajo y programaron una estadía de solo cinco días. Ni ellos ni el total del grupo de venezolanos varados en Perú vino preparado para quedarse por un mes.

Inició la emergencia sanitaria, se cerraron las fronteras y los vuelos quedaron cancelados. Entonces Paulo, quien es dirigente político en Venezuela, buscó comunicarse con la embajada de Venezuela para buscar una solución. En el camino, fueron encontrando a otras personas en su misma situación y actualmente forman un grupo de 50 venezolanos varados en Perú. Pero saben que pueden ser muchos más.

Un grupo de venezolanos varados en Lima hizo un plantón en la embajada de Venezuela el pasado 29 de marzo.

«Hay personas para las que la situación se está volviendo crítica. Ellos estaban de paso, visitando familiares… no tenían presupuesto para aguantar más de 20 días», explica Méndez. «No somos residentes así que no tenemos protección social, no tenemos los recursos necesarios para atravesar estos días de emergencia sanitaria».

En su caso y el de sus compañeros de viaje, lograron llegar a un acuerdo con el dueño del departamento donde se hospedan, para pagar un menor precio. Sin embargo, saben que otros compatriotas fueron desalojados y tuvieron que buscar refugio con amigos o vecinos. «Estamos viviendo a merced de la buena voluntad de los peruanos», señala Méndez.

En riesgo

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Lourdes (45) y Alexander (44) vinieron a Perú a visitar a su hija que estaba embarazada. Ambos sufren de hipertensión, enfermedad de riesgo en caso sufrieran contagio de COVID-19.

En el grupo organizado de venezolanos varados en nuestro país, conocen de otros dos casos de personas hipertensas. Además, hay tres casos de ciudadanos con diabetes y dos mujeres gestantes. Para ello, no solo es crítico que se agoten los recursos para la alimentación, también el no tener acceso a medicinas y tratamientos.

«Entendemos que nadie tiene la culpa y aquí estamos acatando todas las medidas de aislamiento social, pero queremos hacer un llamado a que instancias como la OEA, la OMS o la Cruz Roja puedan abrir comunicación con el gobierno de Perú para activar mecanismos que nos permitan regresar a nuestro país», expresa Paulo Méndez.

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La respuesta del gobierno venezolano

Desde el inicio de la cuarentena, los venezolanos varados en Perú buscaron ponerse en contacto con la embajada de Venezuela en este país, por redes sociales o correo. Incluso escribieron al WhatsApp de funcionarios de los que consiguieron teléfono.

De esas comunicaciones, obtuvieron dos tipos de respuesta: que conversen con las aerolíneas porque ellos no podían resolver la situación, y que estaban haciendo lo posible por activar el Plan «Vuelta a la Patria».

Pero las aerolíneas con las que viajaron han pospuesto viajes, en algunos casos a fines de abril, en otros casos hasta mayo. Por otro lado, el Plan «Vuelta a la Patria» no resulta el indicado para el grupo en el que se encuentra Paulo Méndez.

«Ese es un plan político de Maduro para repatriar a venezolanos residenciados aquí. No queremos ese programa, porque estaríamos dándole cabida a que ellos lo utilicen como bandera política para hacerle reclamos al gobierno de Perú», afirma Méndez. «Nosotros queremos un vuelo humanitario por la situación de pandemia».

En otras comunicaciones con la embajada, les indicaron a los venezolanos varados en Perú que es necesaria una disposición del gobierno peruano para que aterrice la aerolínea Conviasa «y se garantice la venta y el ripostaje de combustible». Además, señalaron que «el estado peruano no reconoce a nuestro presidente Nicolás Maduro y no nos venden gasolina para los aviones».

También han entablado comunicación con un representante de Juan Guaidó -reconocido como presidente de Venezuela por el gobierno peruano y más de 50 países- pero no han conseguido una respuesta concreta. «Están de brazos cruzados, porque ellos no tienen control del espacio aéreo en Venezuela», explica Méndez.

«No puede ser que por conflictos políticos, nosotros estemos condenados a estar en distintos países, con condiciones críticas a nivel económico para cubrir hospedaje y cubrir alimentación, porque simplemente no hay la voluntad política», añade el dirigente político que coordina el grupo de sus compatriotas varados en Perú.