Escribe Amanda Meza

Mientras PPK finiquitaba -seguramente con el APRA y el fujimorismo-la lista de nuevos ministros, la ‘Respondona’ Marilú Martens enviaba un mensaje por Twitter: “Solo la educación podrá acabar con la violencia, el machismo y la discriminación”. El mismo día de la jura del nuevo Gabinete a las 9 de la mañana Martens publicó otros cuatro mensajes, uno de ellos, contundente: “Como ministra defendí el enfoque de igualdad de género en la educación y lo seguiré haciendo por las mujeres que aún sufren violencia”.

Desde que Martens asumió el Ministerio de Educación su cabeza estuvo pedida por los grupos católicos y evangélicos que se oponen al Currículo Nacional con enfoque de igualdad. He aquí la verdadera batalla que le explotó en la cara al gobierno y sin manejo oportuno, sin contundencia en la defensa, hoy ha derivado en una crisis que no será la última. Durante meses le hicieron marchas, plantones, la insultaron en radio y televisión. Luego, vino la huelga de los maestros también aprovechada por el fujimorismo para colocarla en el centro de atención y seguir atacándola con apoyo de maestros del MOVADEF. Hasta que PPK en un efímero acto de defensa con Fernando Zavala al frente, tardía por cierto, entregó su cabeza, repitiendo lo que hizo con el antecesor en el cargo Jaime Saavedra, y terminando de cerrar un círculo de años de oscurantismo.

El fujimorismo aliado de los grupos conservadores que perpetua el sistema patriarcal feminicida y homofóbico, que no quiere educación sexual integral, que no se pronuncia sobre los innumerables casos de violaciones a niñas y mujeres, que pretende borrar el presente y la memoria, ya se la tenía jurada a las ministras ‘Respondonas’. El fujimorismo le hizo el juego sucio a Cipriani que las llamó así luego que ellas respondieran a esa barrabasada que culpaba a las niñas de ser responsables de su violación porque se ponen “como en un escaparate, provocando”. Una por una las sacaron del Gabinete. Ana María Romero fue cambiada y en su reemplazo entró Ana María Choquehuanca, quien además anunció ser provida. Y ahora con este nuevo gabinete, salen Marisol Pérez Tello quien además de respondona era la contención para que no se otorgue el indulto a Fujimori. Y, claro, Patricia García, ministra de Salud, ahora será reemplazada por Fernando D’ Alessio, contrario a la igualdad de género, cerrando el paso a derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. 

La batalla de Kuczynski no era una batalla por una cuestión económica ni un evento escandaloso o algún faenón (aún no). Era el corolario de una batalla que nunca estuvo dispuesto a dar porque no la comprende, y es toda esta lucha por derechos humanos, por justicia social, por igualdad y memoria. Pero, eso no le importa, ya sabemos. Idex Vexler, ahora convertido en ministro de Educación, enterrará el tema del Currículo Nacional de Igualdad. Ya lo había dejado claro en una entrevista en marzo de este año: «Yo he sugerido, se lo he dicho a la ministra (Marilú Martens), lo he escrito y lo vuelvo a reiterar. La palabra identidad de género puede generar, en algunos colectivos y en los padres de familia, una confusión. Decir que el varón y la mujer nacen biológicamente, tienen diferencia de sexo, pero que social y culturalmente se construye la identidad de género, podría entenderse como una posibilidad de orientación (a los escolares) a una postura homosexual».

Entonces tenemos un gabinete disuelto a causa del oscurantismo que se opone a derechos y a memoria, un gobierno arrinconado al borde de un precipicio inexperto y débil guardián de la impunidad, y un presidente que tiene más coincidencias con su opositor, el fujimorismo, y de paso con el aprismo lobista.

El saludito que envió a Fujimori durante la condecoración del GEIN que capturó a Abimael Guzmán parecía ser parte de un anuncio que va de la mano con la designación de Enrique Mendoza en el Ministerio de Justicia. Mendoza encaja bien en el papel de títere que no tiene problemas con indultar a Fujimori y con ese canje darle la posibilidad a Alan García de preparar su regreso hacia el 2021. No olvidemos que él desea pasar a la historia como “el presidente del Bicentenario”.

PPK ahora está acogotado por el aprofujimorismo. Los fujimoristas seguirán buscando la vacancia, ahora solo es cuestión de remar junto a “la escopeta de dos cañones” aprista que estará al interior del gobierno y el remate de los grupos conservadores que empujarán en la dirección de sus viejos amigos naranjas antes que del suyo. PPK recibirá lo mismo que ha hecho con sus ministras: la traición.