Aproximadamente dos mil personas de los distritos de Tarata, Ticaco y Maure (Tacna) junto a El Collao (Puno) marcharon a Vilachaullani, frontera entre ambas regiones, para detener los trabajos del Proyecto Especial Tacna (PET). Pese al contingente policial (50) ingresaron al campamento e incendiaron los módulos de madera  del campamento del consorcio Agua Manantial.

El proyecto hídrico denominado “Mejoramiento y Ampliación de la Provisión de Agua para Desarrollo Agrícola en el Valle de Tacna – Vilavilani II – Fase I” busca trasladar 500 litros agua por segundo del río Maure, parte alta de Puno, en tuberías hacia la ciudad de Tacna para fines agrícolas y consumo humano.

Sin embargo, las comunidades aimaras dudan de esta disposición, temen que sea usada principalmente para la minería y que los trabajos de perforación de pozos sequen los bofedales donde se alimentan sus animales. Solicitaron la paralización de los trabajos al entonces ministro de Agricultura, Jorge Montenegro, durante una reunión que se desarrolló el 13 de julio en Conduriri (Puno). El ministro recomendó detener los trabajos por 45 días al Gobierno Regional de Tacna pero los trabajos continuaron.

“El mismo gobernador (de Tacna, Juan Tonconi) ha ido enardeciendo a la gente en Tarata. El alcalde de Ticaco informó que no podría apoyar (en la suspensión) porque lo habían condicionado que no habría obras en el distrito. Luego empezó la campaña de desprestigio”, dijo el exalcalde de Ticaco, Luis Ticona, a Radio Uno, tras asegurar que el gobernador debió insistir en la suspensión.

El dirigente del Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur, Edgar Chura, precisó a Noticias SER que en los puntos de reclamo incluyen el vencimiento del Estudio de Impacto Ambiental y que el proyecto  incumple con la consulta previa.

La población de Tacna y Puno decidió acatar el paro indefinido y acordarán próximas acciones.