Redacción Wayka.

Después de la reunión que se prolongó por una semana entre obispos activos y retirados, la Conferencia Episcopal Argentina hizo público el informe en donde anuncian el reemplazo gradual de los aportes del Estado por “alternativas basadas en la solidaridad de las comunidades y de los fieles”.

 

La Iglesia Católica recibía anualmente 130 millones de pesos, lo que equivale a 3.5 millones de dólares. Según los medios argentinos, la subvención del Estado solo suponía a la iglesia un 10% de sus ingresos, por lo que la renuncia no debería generar un problema mayor.

Esta decisión histórica responde a la presión social por la separación del clero del Estado.