Escribe Vicente Vargas Egas, cirujano oncólogo en Inppares
El alarmante número de mujeres que padecen cáncer de mama en nuestro país ha ido en aumento, de manera que se ha ubicado como la primera neoplasia femenina. La detección precoz del cáncer de mama permite una supervivencia de 10 años en el 90 por ciento de los casos, mientras que es de sólo 2 por ciento cuando su diagnóstico se realiza en fases tardías.
La tecnología para la detección y la gran cantidad de medicamentos para el tratamiento que se han creado constituyen nuevas esperanzas para evitar y controlar el cáncer de mama, a la vez, resulta importante que las mujeres aprendan a explorarse los senos para ser capaces de descubrir cualquier protuberancia anormal que indique la necesidad de atención médica con el fin de obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
Las recomendaciones de diversas instituciones especializadas indican que:
- Todas las mujeres de 20 años en adelante deben hacerse un auto examen de los senos todos los meses.
- Las mujeres de 20 a 39 años de edad deben someterse además a un examen por parte de un especialista de la salud cada 3 años.
- Las mujeres de 40 años en adelante deben hacerse una mamografía al año y deben someterse a un examen del seno por parte de un especialista de salud todos los años.
Adicionalmente a esto, es importante derrumbar los mitos existentes alrededor del este padecimiento. Aquí algunos ejemplos:
- Los golpes en el seno NO provocan cáncer, lo único que provoca es un hematoma (moretón); aunque muchas mujeres y hasta profesionales no entrenados suelen confundir la coagulación en la glándula mamaria con un tumor sospechoso.
- Los implantes que se utilizan en la actualidad están elaborados con materiales seguros y no provocan cáncer. Incluso son empleados para reconstruir los senos en pacientes que padecieron cáncer y que fue necesario extirpar toda o parte de la glándula.
- Los sostenes con varilla NO están asociados con la presencia de cáncer de mama.
- Los antitranspirantes NO desencadenan tumores malignos.
- Tener senos pequeños no te protege de presentar cáncer. Pues la cantidad de tejido mamario no se relaciona con un mayor riesgo de presentar cáncer mamario. Lo que sí es una realidad es que es más fácil detectarlo en una mama pequeña que en una mama voluminosa.
- Tener un seno más grande que otro no es motivo de peligro para el desarrollo de un tumor canceroso. Conviene hacerse revisar si la asimetría es muy marcada.
- La práctica de una mamografía o de una biopsia no aumenta el riesgo de cáncer. Respecto a la biopsia, el problema es que la cicatrización producida en el tejido mamario puede confundirse con un área donde se esté generando una tumoración.
- Si padeces de cáncer, entre más temprano se haya detectado un tumor maligno, mayores probabilidades hay de conservar la glándula mamaria y eliminar el cáncer. Sin embargo, cuando por el tamaño del tumor y por su localización es necesario practicar una mastectomía (extirpación del seno), existen modernas alternativas para la reconstrucción de la mama.
- El auto examen no es suficiente para identificar el cáncer de mama, por ello es vital que todas las mujeres mayores de 35 años acudan a revisión médica periódica (de acuerdo a los criterios antes mencionados) y se realicen una mamografía cuando su médico lo indique, pues hasta el momento, es la única forma de identificar con precisión alteraciones en el tejido mamario difíciles de detectar con la palpación, una mamografía puede detectar lesiones sospechosas hasta tres años antes que sean palpables.
Factores de riesgo que pueden relacionarse con el cáncer de mama:
- Las cremas reafirmantes del busto, pues generalmente estos productos contienen algún tipo de hormona que produce un efecto a nivel local y definitivamente aplicar una crema en los senos periódicamente favorecería el desarrollo de un entorno hormonal que pudiera incrementar la aparición de un tumor maligno.
- El consumo frecuente de alimentos ricos en grasas y la ingestión de bebidas alcohólicas favorecen el riesgo de presentar cáncer, porque ocasionan ciertos cambios metabólicos que incrementan la presencia de hormonas, lo cual produce un entorno óptimo para la degeneración de las células en el tejido mamario.
- La obesidad. Existe una relación directa entre la cantidad de tejido graso periférico y la formación de componentes hormonales (estrogénicos) que facilitan la estimulación de la glándula mamaria haciéndola más susceptible para la formación de tumores malignos.
- Tener familiares cercanos que tuvieron esta enfermedad aumenta el riesgo, y si éstas lo padecieron antes de la menopausia incrementa aún más el riesgo para el cáncer de mama.
- Tener un tumor en un seno sí incrementa el riesgo de presentarlo también en el otro, pero el cáncer de mama bilateral no es una condición frecuente. Las nuevas tecnologías permiten realizar chequeos completos de mama en tan solo unas horas, evitando la angustia de las mujeres que sospechan tener lesiones malignas en la mama.