Redacción Wayka
La comunidad campesina de Calango, en Cañete, es una de las pocas zonas rurales de Lima donde, según los reportes de la Dirección Regional de Salud (DIRESA), el COVID-19 aún no ha llegado. Su única medida para prevenir esta enfermedad es el control estricto de sus fronteras. Así lo ha establecido el pueblo. Sin embargo, los campesinos de Calango acusan a un militar de no respetar el acuerdo de aislamiento.
Se trata del teniente del Ejército Peruano, Marco Antonio Llontop Jesús; el mismo militar procesado por haber participado en la matanza de Pucará (Huancayo) durante el conflicto armado interno.
Según denuncian los campesinos de Calango que se turnan para controlar el ingreso y salida del pueblo, Llontop usa de manera prepotente su condición de militar para trasladarse desde Lima a Calango varias veces a la semana sin respetar el aislamiento social obligatorio nacional ni el acuerdo del pueblo.
“El señor no iba a pasar porque sabíamos que no está haciendo su cuarentena acá (en Calango). (…) él está aprovechando su pase de comunero para poder pasar”, denunció Victor Francia Camacho, uno de los comuneros que apoya en el control de la tranquera del pueblo.
Pasado militar
Marco Llontop Jesús es señalado en el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) por la matanza de 8 comuneros en el pueblo de Pucará (Huancayo) el 4 de noviembre de 1989.
Ese día, según reconstruyó la CVR, 30 militares del batallón Inclán de la División de Fuerzas Especiales ingresaron a Pucará bajo el mando del coronel del Ejército Marco Ramos Cruz, con el fin de ejecutar a los presuntos terroristas que identificaran en el camino. Un ex suboficial que fue parte de ese batallón, y que posteriormente se convirtió en el testigo clave 0001-2004, confirmó la presencia del teniente Marco Llontop Jesús.
El testigo clave narró que Marco Llontop fue el autor de la ejecución de seis pobladores de Pucará. Las víctimas habrían sido obligadas a salir de sus casas, pintar sus fachadas con lemas del MRTA y finalmente ejecutadas por la espalda. El militar fue finalmente absuelto en enero de 2016 por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema.
Pueblo en riesgo
Si bien la Diresa de Lima aún no reporta casos de COVID-19 en el pueblo de Calango, la realidad es que no se han realizando pruebas para descartar la enfermedad en el distrito, según confirmaron funcionarios de la Municipalidad de Calango y fuentes del Ministerio de Salud.
“Hasta el momento solo hubo un caso de sospecha, pero fue trasladado a Mala para que le hagan la prueba y resultó ser otra enfermedad. Luego de ese caso sospechoso, no hemos tenido más”, precisa la alcaldesa de Calango, Lucía Rodríguez Huambachano.
De acuerdo a los datos proporcionados por dicha municipalidad, Calango solo cuenta con un centro de salud declarado por INDECI como no habitable; un médico disponible 4 días a la semana; una obstetra gestante ausente por su estado de vulnerabilidad; dos enfermeras, y una odontóloga.
Por este motivo, comenta la alcaldesa, es importante mantener el estricto control del ingreso y salida de personas de la comunidad.
“El señor tiene un fundo en nuestro distrito, viene siempre, aun viviendo en Lima. Se vale de la policía para entrar de manera prepotente», denuncia, preocupada, la alcaldesa. «Nosotros estamos controlando el ingreso de personas que no iniciaron su cuarentena aquí. Calango sigue sin ningún caso de COVID-19, y precisamente por eso estamos siendo más cuidadosos”, finaliza.