Graciela Tiburcio Loayza
En los seis primeros meses del 2020 hubo elecciones congresales y más de cien días de aislamiento social. A la par, 358 niñas menores de 14 años tuvieron partos tras sufrir violación. Es decir, un promedio de dos niñas por día llegaron al Ministerio de Salud para ser atendidas con embarazos de alto riesgo.
Once de estas niñas tenían menos de diez años, según muestra el sistema de registro del certificado de nacido vivo del Ministerio de Salud. La región con más casos es Lima (57), seguida de Loreto (53), San Martín (33), Ucayali (31) y Huánuco (22).
Estos embarazos no deseados producto de violación sexual, ponían en riesgo sus vidas. Sus cuerpos aún no estaban preparados para el embarazo, información médica ha determinado que tienen cuatro veces más probabilidades de morir durante la gestación o el parto.
A todas ellas se les negó el aborto terapéutico, una intervención médica legal en Perú desde 1924, que debería estar garantizada cuando la vida y salud de las niñas está en peligro. Como en estos casos, donde las niñas enfrentan serias afectaciones a la salud y bienestar emocional, físico y social.
La Organización Mundial de la Salud ha reportado que el suicidio en niñas embarazadas es desproporcionadamente alto. El riesgo de que las niñas decidan suicidarse aumenta cuando viven en contextos que presentan una alta estigmatización hacia este tipo de embarazos y donde no hay acceso a métodos anticonceptivos ni servicios legales de aborto. Ante esto, ven como única solución el quitarse la vida.
De sobrevivir al embarazo, son forzadas a asumir una maternidad que no solo les recuerda la violencia que vivieron, sino que también las condena a un círculo de violencia y pobreza del que les será más difícil salir. Nueve de cada diez niñas y adolescentes que tienen hijos a temprana edad abandonan la escuela.
La violencia contra las niñas se agravó con el estado de emergencia. En los primeros tres meses de confinamiento, 422 niñas fueron víctimas de violación sexual. En algunos casos, los centros de salud no cumplieron con la entrega de la Anticoncepción Oral de Emergencia (AOE) para prevenir embarazos no deseados, según reportó la Defensoría del Pueblo.
¿Cuántas de las niñas víctimas de violación en la cuarentena serán forzadas a asumir una maternidad que nunca desearon?
La campaña regional “Niñas, No Madres” ha lanzado una petición para que en la “nueva normalidad” de la pandemia, las niñas tengan vidas dignas, derechos garantizados y que no vean truncados sus proyectos de vida por embarazos no deseados. Puedes sumarte a la campaña ingresando a su web.