Este último fin de semana hubo una lluvia de renuncias en el despacho de la sindicalista y congresista Isabel Cortez, conocida popularmente como ‘Chabelita’. La legisladora, quien dice defender los derechos de los trabajadores, recibió —con una sonrisa de oreja a oreja— una condecoración de Dina Boluarte, jefa del régimen militar y policial que le arrebató la vida a decenas de personas en el país.

Por Jair Sarmiento

En el día de su juramentación como congresista de la República, Isabel Cortez, conocida popularmente como ‘Chabelita’, dijo: “Por los trabajadores del Perú, sí, juro”. Sin embargo, esas palabras parecen haberse diluido con el tiempo ya que hace poco la parlamentaria abrazó, sonrió y recibió una condecoración de Dina Boluarte, jefa del régimen militar y policial que implementó una represión sistemática que ocasionó la pérdida de más de 50 vidas de peruanos, —entre ellos obreros y obreras—, durante las protestas a nivel nacional.

Isabel Cortez lleva en ocasiones el uniforme de limpieza pública, es sabida su trayectoria y lucha como lideresa sindicalista, pero en estas últimas semanas hubo un brusco viraje que ha generado el rechazo de quienes representaba, es decir, de los trabajadores, de los sindicatos, de los gremios sindicales, en general, de la opinión pública que  le tenía un respeto por ser una de las pocas voces coherentes dentro del Legislativo. 

Hay que recordar que hay hechos que preceden a esta lamentable escena en el historial de la congresista. Entre ellos, la ocasión en que blindó a Hernando Guerra García en la Comisión de Ética cuando a este último se le denunció por sesionar desde la playa. Otro suceso similar pasó cuando votó en abstención cuando se planteó la interpelación al premier Alberto Otárola por el actuar de militares y policías en las manifestaciones.

Un detalle último, pero no menos importante ocurrió cuando se abstuvo para admitir a debate la moción de vacancia presidencial contra Dina Boluarte, lo cual impidió que la jefa del régimen diera cuenta de las muertes producidas en las protestas.

¿Qué pasó?

Este último fin de semana se dieron varias renuncias de sus asesores, luego de que Cortez participara en la ceremonia de condecoración de la Orden del Trabajo de este año en Palacio de Gobierno. Esa fue la gota que rebasó el vaso y lo que provocó la renuncia de cuatro personas de su despacho.

Entre ellos, está Román Heli Paredes Cosquillo, asistente en el despacho de Isabel Cortez desde julio del 2021.

«Considero que la condecoración recibida es una lamentable afrenta contra nuestro pueblo, a la memoria de nuestros compatriotas asesinados, y me es imposible seguir acompañándote más. (…) Creo, también, que quienes votaron genuinamente por ti y marcharon a diario contra Boluarte, tienen todo el derecho de hacer críticas y pedir explicaciones», fue lo que le escribió Paredes en su carta de renuncia y que publicó en sus redes sociales.

Humberto Lovatón Dalens, asesor principal del despacho desde julio del 2021, renunció y manifestó lo siguiente: “Me retiro de esta responsabilidad deseándole reflexión y discernimiento”.

Días antes había posteado una frase: «La decepción es confianza rota, es sensación propia, reflejo de nuestros errores de juicio, deja tras de sí arrepentimiento, tristeza e indignación. Sobrellevarla es asunto de responsabilidad dejando de lado toda ilusión. M. Hacéne»

Gisella Figueroa Toledo, asesora ll del despacho de Cortez desde julio del 2021, y Kris Vidal Conde, auxiliar del despacho desde septiembre del 2021, también renunciaron.

Hasta el momento esa es la información, sin embargo, dentro del despacho hay un gran malestar y más posibles renuncias.

El sindicato más grande del país la acusa de traición

Las centrales sindicales no se tardaron en rechazar las acciones de Isabel Cortez. La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), la más grande central sindical que agrupa numerosos gremios de trabajadores, rechazó tal condecoración.

“Las expresiones de la congresista Cortez para justificar este despropósito no tienen asidero, pues la apertura de un “proceso de diálogo” no tiene por qué depender de la aceptación de una condecoración; por el contrario, su rechazo habría significado una oportunidad histórica para que, deponiendo intereses personales, denunciara a la dictadura ante el país y la comunidad internacional, apuntalando a una salida a la crisis política que vive el país”, manifestaron en un comunicado que titularon ‘Traición a los trabajadores’.

Los que ponen las manos al fuego

Hasta el momento, el Sindicato de Obreros y Obreras de Limpieza Pública de la Municipalidad de Lima es el que ha respaldado a la legisladora. Hay que recordar que Cortez fue presidenta de este gremio de trabajadoras. Otro gremio que la apoya es la Central Autónoma de Trabajadores del Perú (CATP).