Antamina, empresa minera sancionada en el 2013 por el derrame de cobre en Cajacay y que actualmente se encuentra implicada en cinco conflictos socioambientales en Áncash y Huánuco, es señalada por ciudadanos de la provincia de Huarmey como la presunta responsable de la intoxicación de niños y niñas con plomo y arsénico. La minera tiene un permanente rechazo por parte de la población de la zona. Exigen que se declare estado de emergencia sanitaria.
Por Jair Sarmiento
Desde hace más de dos décadas, ciudadanos y ciudadanas de la provincia de Huarmey, ubicada en la región de Áncash, vienen registrando casos masivos de intoxicación con metales pesados como arsénico y plomo, por lo que exigen que los exámenes y análisis se hagan lo más pronto posible a toda la población para encontrar la cadena de contaminación. De igual manera, exigen que se declare estado de emergencia sanitaria.
En tal sentido, los propios familiares fueron detectando estos síntomas en sus hijos en los últimos años, como el descoloramiento de la piel, dolores de cabeza y de estómago o la aparición de sangre en la orina.
Dichos indicios fueron enviados en agosto a representantes de organizaciones de derechos humanos como el Instituto Ambientalista Natura y a la Comisión de Pueblos Andinos Amazónicos Ambiente y Ecología. En respuesta, la congresista y presidenta de la mencionada comisión, Ruth Luque, solicitó que el Ministerio de Salud (Minsa) se hiciera cargo de examinar los casos denunciados.
La Dirección Regional de Salud (Diresa) de dicha región realizó los exámenes de tamizaje y de despistaje de concentración de metales pesados en pobladores de Puerto Huarmey y 9 de octubre. Sus resultados demostraron que en el 80% de las personas examinadas se detectaron valores por sobre los límites recomendados por el Minsa.
Es necesario recordar que según la propia Diresa-Áncash, hay más de 600 personas expuestas a metales pesados, entre ellas 527 niños menores de 12 años y 115 madres gestantes de la región. Entre los distritos afectados se encuentra el distrito de Huarmey y sus centros poblados 9 de octubre y Puerto Huarmey, de donde provienen las denuncias de intoxicación.
Según el Comité de Gestión de Salud de Huarmey, esta contaminación afecta a varias docenas de mujeres gestantes y niños menores de trece años, cuyos exámenes de sangre y de orina han arrojado valores de plomo y arsénico de hasta 3 mil veces por encima de los máximos considerados permisibles en personas por el Minsa.
Al respecto, Juan Navarro Inga, presidente del Frente de Defensa de los Intereses de Huarmey, señaló que si no se hacen estas evaluaciones se irán acumulando estos metales en el organismo de las personas, que traen consigo consecuencias tan graves como la disminución del coeficiente intelectual de menores en el caso de plomo y diversos tipos de cáncer como efecto del arsénico.
¿ANTAMINA CONTAMINA?
La población de Huarmey apunta como principal sospechosa a la compañía minera Antamina y su terminal del mineroducto que transporta cobre y otros metales de la mina ubicada a 304 kilómetros en la cordillera de Áncash, ya que desde su instalación en 2002 denuncian la aparición de numerosos casos de enfermedades por estos metales pesados.
Según la Diresa-Áncash, la Comunidad de Puerto Huarmey y sus Anexos, se encuentra ubicada en la proximidad a la zona de la actividad minera de Antamina.
Es necesario recordar que Antamina es una empresa extractivista que registra antecedentes de contaminación ambiental e incluso está implicada en conflictos socioambientales.
En el 2013, las autoridades ambientales de Perú le impusieron una multa de S/ 207 200 por un derrame de concentrados de cobre ocurrido el 25 de julio de 2012, a la altura del kilómetro 110 de la ruta Pativilca – Conococha, en el caserío Santa Rosa, perteneciente al distrito de Cajacay, provincia de Bolognesi, departamento de Ancash.
«Según las versiones de los lugareños, al ocurrir el accidente, Antamina demoró en cerrar la llave del mineroducto, y pidió ayuda a los pobladores para detener la masa de concentrados de cobre que amenazaba con llegar al río. Estos colaboraron pero ninguno dispuso de equipos de protección para evitar la inhalación o contacto con el material», se lee en una nota del diario Gestión del 2013. «La compañía minera no cumplió con proporcionar de manera completa los datos e información del accidente ambiental», señaló el OEFA en su momento.
Según el último reporte de octubre de conflictos sociales de la Defensoría del Pueblo, Antamina está implicada en cinco conflictos socioambientales en Áncash y Huánuco.
En Huarmey, la relación de los comuneros con la minera tampoco ha sido la mejor. Antamina inició sus operaciones en dicho lugar sin haber logrado la aceptación de la población.
«El inicio de las operaciones de la Cía. Minera Antamina también fue el punto de partida de una serie de problemas con la población. Según lo expresado por varios líderes locales, eran motivados por incumplimiento de compromisos por parte de la empresa y el uso de métodos poco transparentes para conseguir acuerdos. Entre esos acuerdos se cuenta el haber desplazado a los pobladores del puerto Huarmey a otra zona y el cese de actividades de pesca artesanal, lo cual ha generado impactos en las comunidades pesqueras», se lee en el documento «Impactos de la actividad minera en zonas marino costeras. El proyecto Antamina y la situación de Huarmey – Propuestas de Políticas Públicas».
En dicho informe del 2017 también se puede resaltar este texual: «El monitoreo de los impactos de las actividades mineras de Antamina, viene siendo realizado por el Comité de Monitoreo, Vigilancia y Fiscalización Ambiental de Huarmey, que es una organización que recibe el financiamiento de Antamina. El resultado de los monitoreos realizados son casi inaccesibles y no se encuentran a disposición de la ciudadanía».
Los ciudadanos y ciudadanas de Huarmey, liderados por Jesús Asencio y Grecia Maguiña y acompañados por la presidenta del Comité de Gestión de Salud de Huarmey, Estela Rojas, han firmado un acta de acuerdos por el cual el Ministerio de Salud (Minsa) se compromete a la atención de más de 10 niños afectados por plomo y arsénico en Puerto Grande, Puerto Huarmey y 9 de Octubre. Sin embargo, esperan que estas evaluaciones se extiendan a toda la población en riesgo.
Luego de estas denuncias, Antamina publicó un comunicado en sus redes sociales deslindando de todo de lo que se le pretende acusar y asegura que sus actividades no generan riesgo de contaminación a terceros.