Este martes, personal del Ministerio de Salud (Minsa) realizó pruebas rápidas a 656 ciudadanos shipibo-konibo de Cantagallo. De ellos, 476 dieron positivo a COVID-19.

Redacción Wayka

Vulnerables a la pandemia. Más de la mitad de habitantes de la comunidad de Cantagallo, en el Rímac, dieron positivo al COVID-19 esta semana, a casi dos meses del inicio de la emergencia sanitaria. Luego que la comunidad shipibo-konibo reportara tres muertes y personas con afecciones respiratorias, el Minsa acudió para tomar muestras y ahora monitorea a pacientes con síntomas.

Se trata de un alarmante incremento de casos pues, según muestra tomada el 2 de mayo, eran solo 60 personas contagiadas. Sobre las personas fallecidas, miembros de la comunidad señalaron que uno de ellos era trabajador de la Municipalidad de Lima; y la más reciente víctima sería un adulto mayor.

shipibo-konibo
Foto: CAAAP.

Como reportó Wayka, la comunidad shipibo-konibo enfrenta la emergencia sanitaria con ausencia de servicios básicos como agua potable y desagüe; además de dificultades económicas. Algo que confirmó Pilar Mazzetti, jefa del Comando Nacional de Operaciones COVID-19.

«Aquí, además, hay difícil acceso al agua y si no es posible encontrar otras maneras de limpiarse las manos, se recomienda evitar el contacto personal», señaló al acudir a Cantagallo junto al equipo de la Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris) Lima Norte.

Otra de las preocupaciones en la comunidad es que se fumigue la zona, debido al alto índice de contagio y la vulnerabilidad de los habitantes.

Según señaló Mazzetti, las personas que dieron positivo recibieron asistencia para continuar su aislamiento domiciliario. También se establecieron áreas de aislamiento en la comunidad de Cantagallo y precisó que el Minsa coordinaría que personas con síntomas más graves fueran derivados a la Villa Panamericana.

Contagios en el exterior

Augusto Valles, miembro del consejo directivo de la Asociación de Viviendas Shipibos en Lima, declaró a Wayka que tanto él como su familia dieron positivo y actualmente combaten al virus con remedios caseros en base a plantas.

La esposa de Valles labora en el Instituto Materno Perinatal y sospechan que podría haberse contagiado ahí. De acuerdo a un informe de la Defensoría del Pueblo, hospitales de Lima y Callao no estarían cumpliendo con realizar pruebas de descarte de COVID-19 a todas las gestantes. Esa situación no solo pondría en riesgo a las gestantes y recién nacidos, si no a personal de salud y otros trabajadores del establecimiento.