El proyecto de Ley presentado por la congresista Milagros Aguayo de Renovación Popular contradice la Ley vigente de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y puede significar un retroceso en la visibilización de la mujer en textos escolares y documentos oficiales

Este 28 de marzo se aprobó en la Comisión de Educación del Congreso de la República, presidio por Gladys Echaíz, el Proyecto de Ley N° 3464/2022-CR, “Ley que precisa el correcto uso del lenguaje inclusivo evitando el desdoblamiento del lenguaje para referirse a hombres y mujeres en textos escolares”, que busca eliminar el lenguaje inclusivo en materiales escolares, textos y documentos oficiales, presentado por la parlamentaria de Milagros Aguayo, quien, al igual que Echaíz, pertenece a la bancada de Renovación Popular.  

Uno de los objetivos de esta propuesta es la modificación de la Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres – Ley N.° 28983, que menciona como rol del Estado “incorporar y promover el uso de lenguaje inclusivo en todas las comunicaciones escritas y documentos que se elaboren en todas las instancias y niveles de gobierno”.

Además, según la congresista el desdoblamiento del lenguaje, es decir el uso de “las” y “los”, en los materiales escolares, “viene generando no sólo un problema de deficiente comunicación, sino también un problema de comprensión lectora en estudiantes por el constante uso de “los y las” en los textos escolares”.

Sin embargo, para el lingüista Ernesto Cuba, candidato a doctor en la The Graduate Center (CUNY), esto no sería cierto y, por el contrario, “el uso de formas masculinas para incluir mujeres y hombres resulta ambiguo y sí puede dar pie a confusiones (…). Así mismo, Aguayo no da ninguna prueba de que los test internacionales -donde Perú está en el último puesto- estén utilizando el lenguaje inclusivo. A la vez, el déficit de comprensión lectora en el Perú es mucho más antiguo que la implementación de lenguaje inclusivo en el Estado peruano, que empezó en el 2011 con la publicación de la primera guía de lenguaje inclusivo”.

Adicional a estas explicaciones, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) sostiene que el lenguaje inclusivo es el “conjunto de propuestas de uso de la lengua castellana que busca personalizar la presencia de mujeres y hombres al escribir, hablar y representar” y ha promovido su uso mediante una guía publicada el 2013, titulada titulada “Si no me nombras, no existo. Promoviendo el uso del lenguaje inclusivo en las entidades públicas»

Ante ello, Cuba explica que “el lenguaje inclusivo permite que las mujeres se sientan representadas en igualdad con los hombres en el lenguaje escrito y hablado. Esto implica que las mujeres dejen de ser subrepresentadas, sentirse alienadas o sean mostradas de manera estereotipada. Para el caso de los desdoblamientos como práctica específica, esta evita la ambigüedad inherente en el uso constante de formas masculinas”. 

Para el MIMP, la aprobación de esta propuesta significaría un «retroceso de los esfuerzos realizados para alcanzar la igualdad en el país,». Ya que «el uso del lenguaje inclusivo es una herramienta que permite visibilizar a las mujeres para evitar situaciones de discriminación». 

Por último, es importante señalar que la congresista Jauregui de Aguayo basa su propuesta en “las pautas de la Real Academia Española (RAE) ”. Sin embargo, según señala Cuba, esta institución “no es inclusiva en relación al género” y “su sexismo es patente en las maneras en que ignora y trivializa las discusiones sobre lenguaje y género”. 

Sobre ello desde Wayka se desarrolló un explicador que ahonda en la intervención de la RAE y el constante debate sobre lo qué es correcto en el lenguaje.