Por Graciela Tiburcio
La congresista fujimorista evangélica Tamar Arimborgo ha encendido las alertas en las y los profesionales de la educación, al admitir que como maestra de colegio le decía a sus estudiantes gays que estaban “confundidos”.
“Soy maestra de carrera de muchos años y básicamente me he enfocado, cuando tengo esos casos que tienen esta suerte de confusión (…) trato de instruirle, trato de decirle los pros y contras, de decirle ‘mira te vas a exponer a esto a lo otro’, soy su maestra”, explicó la parlamentaria fujimorista.
Arimborgo, autora del proyecto de ley que sostiene equivocadamente que el enfoque de género causa cáncer y sida, declaró en un medio de comunicación local, incurriendo en un acto discriminatorio con graves consecuencias para el desarrollo saludable de los menores, como lo afirman especialistas consultadas para este reportaje.
En febrero de 2015, un niño de 13 años se suicidó por el constante bullying homofóbico que recibía en su colegio y por el maltrato de su padre quien rechazaba su orientación sexual.
La tragedia sucedió en Iquitos, una de las regiones con alto índice de violencia y acoso escolar. En esta región la congresista fujimorista Tamar Arimborgo fundó el Management College San Marcos, colegio ubicado en la provincia de Maynas y del que fue directora durante 20 años.

La mala educación
Según las cifras del portal SíseVe del Ministerio de Educación (Minedu), que monitorea y recepciona denuncias de acoso escolar, desde el 2013 hasta noviembre del año pasado, se reportaron 25 mil 312 casos de violencia en la escuela. De los cuales, el 46% de agresores fue personal de la institución educativa, entre ellos la plana docente.
Tamar Arimborgo es Licenciada en Educación Primaria por la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana. Es precisamente su formación y desempeño como docente lo que aumenta la gravedad de sus declaraciones.
Marta Rondón, exvicedecana del Colegio Médico del Perú, advirtió sobre las repercusiones que pueden tener las actitudes de la congresista en sus estudiantes. Hizo énfasis en la figura de autoridad que representan los y las docentes en el aula, como referentes para los niños en etapa de formación.
Para Rondón, los comentarios de Tamar Arimborgo obstaculizan la construcción de una autoestima positiva, es decir, afecta la valoración que el niño o adolescente tiene sobre sí mismo y, como consecuencia, genera sentimientos de autorechazo.
“Es discriminación. Lo que hace ese tipo de comentarios es que no valoriza a la persona, sobre todo a un adolescente o a un niño que todavía está construyendo su autoestima. Cualquier acto de violencia o discriminación de parte del docente va a repercutir casi como si viniera del papá o de la mamá, que se suponen son las personas que deben brindarles protección”, explica.
La psicóloga especialista en prevención y atención de caso de violencia, Mariel Távara Arizmendi, explicó que la niñez y la adolescencia son etapas de autodescubrimiento importantes para la consolidación de la personalidad importantes en las que el rol del docente debe ser de acompañamiento.
“Mantener una situación de permanente discriminación ocasiona un desarrollo retraído de la personalidad del niño, porque le estamos diciendo como sociedad que está mal, que está enfermo, que es un depravado, que no debió haber nacido (…) La congresista sabe que puede generar que se retraigan o que, como ella misma lo ha admitido, cambien supuestamente su postura, su forma de ver las cosas y los convenza de algo sobre lo que ellos no tienen control, que se refiere a cómo se sienten con ellos mismos y con respecto a los demás”, precisa Távara, quien recuerda que el discurso de Arimborgo es el que emplea el colectivo religioso conservador Con Mis Hijos No Te Metas.

Bullying Homofóbico
El portal SíseVe revela que solo entre 2013 y 2017, el 36% de casos reportados por bullying estuvieron relacionados con la homofobia. Es decir, más de 4 mil adolescentes y niños han sido víctimas de bullying homofóbico en las mismas escuelas.
Ante esta situación, el Ministerio de Educación (Minedu) establece que las y los profesores no pueden contribuir a la perpetuación de prejuicios que discrimen a los alumnos. Por este motivo, las declaraciones de Arimborgo son preocupantes porque refuerzan ideas que generan un ambiente hostil para sus estudiantes.
Profesores refuerzan prejuicios
En 2016, el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), realizó el primer Estudio Nacional sobre Clima Escolar en la que participaron 300 estudiantes LGBTI entre 14 y 17 años de 20 regiones del Perú.
Los resultados reflejaron que 7 de cada 10 estudiantes se sintieron inseguros en sus colegios debido a su orientación sexual. La encuesta también indica que el 59% de estos estudiantes recibió con frecuencia comentarios homofóbicos en su colegio, mientras que el 43% manifestó que ningún profesor o profesora intervino.
Además, el 72% de estudiantes respondió haber sido víctima de acoso verbal debido a su orientación sexual. El 33% sufrió acoso físico y el 53% sufrió acoso sexual, ambas agresiones debido a su orientación sexual o por su expresión de género.
Este tipo de violencias se perpetúan cuando son los/las docentes quienes refuerzan los prejuicios sobre orientación sexual e identidad de género de las y los adolescentes LGBTI.
“Ella (Arimborgo) como congresista tiene otro poder. El mensaje que ha dado es que todos los profesores podrían hacer eso. Entonces, la posibilidad de reproducir estos comentarios discriminatorios y violentos, de odio, en las aulas, es muy grave porque impactará en muchas niñas y niños que van a ser rechazados”, alertó.
Para cambiar esta situación de constante violencia en la que viven niños, niñas y adolescentes LGBTI, el Ministerio de Educación incorporó el enfoque de género en el Currículo Nacional de Educación Básica. El objetivo es que la niñez comprenda que no se debe ejercer agresiones físicas y verbales basadas en prejuicios y estereotipos de los roles sociales asignados a las mujeres y hombres, ni violencia homofóbica contra ninguna persona.
Sin embargo, esta búsqueda de igualdad ha sido duramente atacada por el colectivo Con Mis Hijos No Te Metas, quienes, en alianza con diversos congresistas, como Tamar Arimborgo, han realizado diversas acciones judiciales y legislativas para truncar la implementación del enfoque de género en las escuelas.

Discriminar es delito
Otro factor que preocupa, es que Arimborgo dio estas declaraciones a un medio de comunicación de alcance nacional y en su calidad de congresista, difundiendo un discurso de odio y alentando a que más personas lo repliquen.
“La congresista desinforma y fomenta la discriminación con ese tipo de comentarios. Sus comentarios constituyen discurso de odio, y en el Perú es sancionado por el artículo 323 del Código Penal. En su rol de congresista tiene mayor responsabilidad”, precisó la abogada Brenda Álvarez.
Precisamente, el artículo 323 del Código Penal, indica que la discriminación e incitación a la discriminación, difundidas por un medio de comunicación y realizadas por un funcionario o servidor público, se sancionan con una pena de hasta cuatro años y la inhabilitación.
Hasta el cierre del reportaje, Wayka intentó comunicarse con la parlamentaria pero en su despacho congresal dijeron que estaba muy ocupada y que no podía atendernos. A pesar de su “recargada agenda”, la congresista sí ha asistido a diversos programas de radio y televisión a defender su proyecto que pretende dejar el enfoque de género fuera de todas las políticas de Estado dirigidas a la infancia y adolescencia.
En cada declaración, Arimborgo repite que es atacada por “pensar diferente”. La psicóloga Mariel Távara la desmiente al explicar que no se confronta en ningún momento la libertad de expresión de la congresista sino el acto de discriminación que ejerce contra determinadas personas y “es peor porque este grupo de personas son niños”.
Atención padres y madres: ¡Denúncien!
A menos de dos meses del inicio del nuevo año escolar, es fundamental que se garantice la seguridad de las niñas, niños y adolescentes para que no sufran ningún tipo de violencia dentro del aula. Para esto, el Ministerio de Educación ha implementado en su portal SíseVe un sistema de denuncias que permite a los mismos estudiantes, reportar los casos de acoso escolar y guardar la confidencialidad del mismo.
Si los padres o madres son quienes detectan una situación de abuso por parte de otros estudiantes o del personal educativo, pueden acudir a la Dirección del colegio o de lo contrario a la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) encargada de la escuela.