Por Álvaro Meneses
Dirigentes indígenas de los pueblos asháninkas, shipibo-conibo, y kakataibo estarán ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar al Estado peruano por no proteger a los defensores ambientales ante el narcotráfico, la tala ilegal, el tráfico de tierras y el sicariato.
Desde las tres de la tarde de este martes, miembros de las comunidades Alto Tamaya-Saweto, Santa Clara de Uchunya, Unipacuyacu y Nuevo Amanecer Hawai se presentarán ante la CIDH para denunciar tragedias similares que ocurren en sus bosques y siguen impunes hasta la fecha: el asesinato de líderes ambientales que le hace frente a las mafias que deforestan la selva peruana y despojan a las comunidades indígenas de sus tierras para actividades ilícitas como la tala indiscriminada, cultivo de hoja de coca y la minería ilegal.
Durante el estado de emergencia se reportaron asesinatos de cuatro defensores ambientales y un nuevo ataque contra dirigentes indígenas de Ucayali ocurrido el pasado jueves 1 de octubre.
Impunidad continúa
La impunidad, en todos los casos, es una constante. Cuatro líderes indígenas de la comunidad Alto Tamaya-Saweto de Ucayali fueron asesinados en setiembre de 2014, cuando se dirigían a la frontera con Brasil para reunirse con otros dirigentes. Edwin Chota, Jorge Ríos Pérez, Leoncio Quintisima y Francisco Pinero fueron asesinados y descuartizados; y hasta la fecha no hay pistas de los responsables.
Hace apenas dos años, en julio de 2018, tres sujetos foráneos atacaron con armas de fuego al jefe de la comunidad de Santa Clara de Uchunya (Ucayali), Carlos Hoyos Soria, y su hermano Benajmín Hoyos Soria. “Tengo mucho temor para regresar a mi comunidad. Necesito que nos apoyen para asegurar la seguridad y bienestar de nuestras familias”, dijo Carlos en su momento, luego de salir de su comunidad por el peligro que corría.
En la comunicad Nuevo Amanecer Hawai, ubicada entre las regiones de Pasco, Junín y Ucayali, otro líder indígena fue asesinado hace cuatro meses: Gonzalo Pio Flores, comando asháninka encontrado muerto; y su esposa, mal herida. En su caso, la impunidad cae como herencia de familia, y es que su padre Mauro Pio Peña también fue asesinado hace 7 años presuntamente por traficantes de madera.
Un mes antes del asesinato del líder indígena Gonzalo Pío, en la comunidad de Unipacuyacu, distrito de Codo del Pozuzo, provincia de Puerto Inca, en la región Huánuco, fue encontrado muerto el dirigente Arbildo Meléndez Grandez con un disparo en el cuerpo. Desde hace años, Arbildo reclamaba al Estado la titulación de 22 mil hectáreas y protección contra las mafias del tráfico de tierras que constantemente los amenazaban.
La CIDH conocerá todos estos casos en donde se solicitó la protección del Estado, y no llegó.