Un reciente estudio publicado sobre la situación de los derechos de las personas trans masculinas y de identidad no binaria AMAN (asignados mujer al nacer) de Perú, reveló que el 47% de integrantes de este grupo poblacional ha sido víctima de violencia sexual y que la discriminación hacia sus identidades se ha recrudecido con la pandemia.
La investigación ‘Cuerpos y resistencias que transgreden la pandemia: Transmasculinidades y personas de género no binario AMAN en Perú’, publicada por el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos, identifica los tipos de violencia y agresores que ponen en riesgo la identidad de la comunidad trans.
De acuerdo al estudio, además de la violencia sexual, la tortura (68%), el intento de homicidio (54%) y la agresión verbal (51%) son otras de las principales agresiones que amenazan la integridad y vida de las personas trans y de género no binario. De la misma forma, el 70% también ha sido víctima de discriminación por parte de personas e instituciones que no respetan su identidad de género.

“Las afectaciones empiezan en el hogar. No solo por la reacción de la familia, sino por la falta de información, divulgación y visibilidad de estas poblaciones. Esto tiene como consecuencia que afronten dificultades para entender y encontrar su propia identidad de género. Entonces, la visibilidad como transmasculinidades o persona de género no binario AMAN es un camino complejo que conlleva inseguridades”, resalta la investigación.
Las familias representan el 41% de actores identificados como grupo agresor. Junto a ellas, las personas extrañas en los espacios públicos son el 76%, el círculo de amistades (56%), la comunidad religiosa (44%) y la policía (39%) con otros agentes que suelen ejercer violencia contra la comunidad de trans masculinidades.

Alerta que a pesar del elevado índice de violencia, sean pocas las personas trans y no binarias AMAN que se animan a denunciar. De acuerdo a los resultados del estudio, el 86% no denunció el hecho de violencia por temor a sufrir discriminación de autoridades, que se cuestione su identidad y desconfianza al sistema de justicia.
Para el Instituto Raza e Igualdad “ una falta de voluntad (por parte de las autoridades) para tomar como válidos los casos de violencia y/o discriminación” hacia las personas. Esto se traduce en una constante revictimización de quienes se animan a denunciar, pues al final sus testimonios son cuestionados y sometidos a interrogantes sobre su identidad que, finalmente, provocan que las personas trans masculinas y no binarias AMAn deserten de tomar acciones legales.