La congresista y pastora evangélica Milagros Aguayo contrató a Tamar Arimborgo, quien se opuso a endurecer penas para feminicidas y violadores de niñas, niños y mujeres en 2017.
Nicol León
Milagros Aguayo, parlamentaria de Renovación Popular y pastora evangélica, contrató el pasado 15 de octubre como asesora principal de su despacho a Tamar Arimborgo, exlegisladora fujimorista del Congreso que fue disuelto en setiembre de 2019.
Según el portal del Congreso, Arimborgo recibe un sueldo mensual que supera los 8 mil soles.
Cuando Arimborgo fue congresista, en 2017, votó en contra de la Ley que modifica el Código de Ejecución Penal para combatir la violencia familiar y la violencia de género, así como proteger los derechos de las mujeres, niñas y niños y adolescentes. Así, se opuso a endurecer las penas para los sujetos que cometen feminicidio y violación sexual.
Este proyecto de ley proponía que los condenados por el delito de feminicidio, violación sexual, trata de personas y otros, no accedan a beneficios penitenciarios como semi-libertad o libertad condicional.
También pretendía que los condenados por violación sexual contra niños, niñas y adolescentes no salgan de prisión antes de tiempo, pues el criminal podía acceder a este beneficio si demostraba que estudiaba o trabajaba.
A pesar del voto en contra de Arimborgo, el proyecto de ley obtuvo luz verde en el pleno del Congreso y se promulgó en julio de 2017.
La congresista de Renovación Popular Milagros Aguayo se manifestó en contra de la violencia hacia las mujeres el pasado 25 de noviembre, en el marco del Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Sin embargo, contrató como asesora a una exfujimorista que no defendió a las mujeres víctimas de violencia cuando fue parlamentaria.
Cuando fue congresista, Arimborgo presentó un proyecto de ley que buscaba «excluir la ideología de género de las políticas públicas». Dentro del texto, aseguró que el enfoque de género causa enfermedades físicas y mentales, además de SIDA y cáncer.
Arimborgo también admitió que, cuando se desempeñaba como profesora, le decía a sus estudiantes gays que estaban confundidos, un ataque homofóbico que debe denunciarse.
“Soy maestra de carrera de muchos años y básicamente me he enfocado, cuando tengo esos casos que tienen esta suerte de confusión (…) trato de instruirle, trato de decirle los pros y contras, de decirle ‘mira te vas a exponer a esto a lo otro’, soy su maestra”, dijo la excongresista.
Más aún para negar crímenes de odio y discriminación, la exparlamentaria fue duramente criticada al decir: “Acá se mencionó acerca de los crímenes de odio. Yo me pregunto ¿existen crímenes de amor? Porque si hay crímenes de odio, tal vez hay crímenes de amor también”.