Lambayeque: Estudio confirma contaminación en ríos del Valle Chancay
Una investigación reciente de la ONG Grufides ha revelado que los ríos que conforman el Valle Chancay de Lambayeque presentan altos niveles de contaminación, especialmente aquellos influenciados por la actividad minera. Según los estándares de calidad ambiental de la normativa peruana, los ríos Seco, San Juan Pampa, Cañad, San Lorenzo y el canal alimentador del reservorio Tinajones no cumplen con los parámetros adecuados para el uso humano y agrícola.
El estudio se realizó los días 26, 27 y 28 de enero de 2025, a solicitud de la Comunidad Campesina Muchik Santa Catalina del distrito de Chongoyape. La preocupación de la población surgió tras un informe previo elaborado en marzo de 2024 por la Municipalidad Distrital de Pulán, en la provincia de Santa Cruz, Cajamarca. En esa ocasión, las muestras tomadas en el río Pampa Verde —que circula cerca de las instalaciones de la minera La Zanja— confirmaron la presencia de metales tóxicos como arsénico, aluminio y plomo.
Jorge Terrones Quispe, alcalde de Pulán, advirtió que las denuncias sobre contaminación en la zona no son recientes. “Desde 2019, las comunidades han reportado cambios en el color del agua del río Cañad, que en varias ocasiones se ha tornado de un tono óxido. Presentamos una denuncia ante la fiscalía ambiental, pero fue archivada por supuesta falta de pruebas”, señaló.
Ríos en estado crítico
Los especialistas analizaron la presencia de macroinvertebrados acuáticos —como insectos, moluscos y anélidos—, organismos bioindicadores de la calidad del agua. La escasez de estos seres vivos es un indicio de contaminación, ya que su permanencia en los ecosistemas acuáticos depende de la pureza del agua.
El estudio también vincula la degradación del agua con la actividad minera. “La escasez de macroinvertebrados en estas fuentes hídricas sugiere vertimientos de aguas de lixiviación provenientes de Minera Coimolache y Minera La Zanja, ubicadas en la cabecera de la cuenca”, indica el documento.
La lixiviación es un proceso químico utilizado para extraer metales como el oro y el cobre, pero que también libera sustancias tóxicas en el agua. Esto genera riesgos para la salud pública y la producción agrícola.
Cabe señalar que el monitoreo de los ríos contó con la participación de organizaciones comunitarias, incluyendo delegaciones de la Comunidad Campesina Muchik Santa Catalina, Rondas Campesinas de Santa Cruz y Ninabamba, así como Comités de Vigilancia y Monitoreo Ambiental de las provincias de San Marcos y Cajamarca.

Salud en riesgo
Los investigadores advierten que la contaminación podría haberse extendido hasta el reservorio Tinajones, principal fuente de abastecimiento de la comunidad Muchik Santa Catalina, el distrito de Chongoyape y la reserva ecológica de Chaparrí. Además, el uso excesivo de fertilizantes e insecticidas por parte de empresas agroexportadoras en la parte baja de la cuenca agrava la situación.
Ante este panorama, el informe recomienda evitar el uso del agua de los ríos San Juan Pampa y Cañad para consumo humano, riego de cultivos o abrevadero de animales.
Según la Organización Mundial de la Salud, la exposición prolongada a metales pesados en el agua puede provocar enfermedades graves como cáncer de estómago y piel, así como malformaciones congénitas en mujeres embarazadas.
“El riesgo es alto. Si la población sigue consumiendo esta agua, podría desarrollar enfermedades incurables”, advirtió el ingeniero ambiental Cesáreo Cueva Infante, responsable del estudio. Las comunidades afectadas han exigido a las autoridades una intervención urgente para frenar el avance de la contaminación y garantizar el acceso a agua segura.

Comités de vigilancia
En el Perú, la vigilancia ambiental comunitaria se institucionalizó el 12 de octubre de 2016 con la Ley N° 389-2016-CR, impulsada por el excongresista Jorge Meléndez. Esta normativa ha permitido a las comunidades documentar el impacto ambiental de la actividad extractiva y complementar los monitoreos oficiales.
Según Yovana Mamani, ingeniera química de la ONG CooperAcción, la información recopilada por las comunidades ha sido clave para mejorar la fiscalización y evidenciar daños en la flora y fauna. “Cuando OEFA o ANA establecían puntos de muestreo, las comunidades sugerían incluir zonas más afectadas por la actividad minera”, explica.
En regiones con alta actividad extractiva, como Espinar, Cajamarca y La Oroya, se han formado comités de vigilancia ambiental que han denunciado contaminación, aunque Mamani enfatiza la necesidad de mayor apoyo de autoridades locales y universidades.
Desde 2019, comités de distintas regiones han realizado encuentros y pasantías, articulándose en la Coordinadora Nacional de Vigilantes y Monitores Ambientales Comunitarios del Perú. En paralelo, el PNUD promovió la creación de la primera Red Nacional de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental, que integra comunidades de ocho regiones.
Reacción de sociedad civil
Con un estudio previo de la Municipalidad de Pulán que confirma presencia de metales tóxicos en la cuenca del río Chancay, y con un monitoreo ambiental comunitario realizado a fines de enero que confirmaba alteración en los ecosistemas acuáticos, la comunidad Santa Catalina empezó su plan de acción para revertir o mitigar la potencial contaminación y afectación a su salud.
Por ello, el 14 de marzo del presente año, se realizó una reunión en el auditorio del Proyecto Especial Olmos Tinajones (PEOT), en la que participaron representantes del Frente de defensa de Lambayeque, Entidad Prestadora De Servicios De Saneamiento De Lambayeque S.A. – EPSEL, la Autoridad Nacional del Agua, Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo y funcionarios del Ministerio Público.
Los principales acuerdos fueron continuar con los monitores ambientales comunitarios, el próximo se realizará el 15 de junio de 2025, fortalecer el Comité de Vigilancia Ambiental Regional, y evaluar los puntos de muestras, los cuale serán determinados por El Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Chancay Lambayeque.
Acciones Comunales
Como parte de sus acciones articuladas, el pasado 16 de marzo, La Comunidad Campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape convocó a una asamblea biregional que reunió a autoridades comunales, rondas campesinas y autoridades de Lambayeque y Cajamarca.
La reunión se realizó en el caserío Tierras Blancas (Chongoyape), y tuvo como objetivo plantear medidas para combatir la contaminación del río Chancay, la cual, estaría siendo provocada por relaves de la minera «La Zanja».
Durante la reunión, el presidente comunal Edívar Carrasco presentó los resultados de análisis realizados por la ONG GRUFIDES, que evidenciaron altos niveles de metales tóxicos en las aguas.