El dictador y genocida Alberto Fujimori falleció este miércoles 11 de septiembre, y se recuerdan las condenas que se le impuso por corrupción dentro de la dictadura que lideró en los años 90. Según Transparencia Internacional, el autor del autogolpe de abril de 1992 es considerado unos de los presidentes más corruptos del mundo.

ALLANAMIENTO ILEGAL A LA EXESPOSA DE DE MONTESINOS

En el 2000, Fujimori allanó la vivienda de la exesposa de Vladimiro Montesinos. Esta acción se acató sin orden judicial y con la intervención de una persona que suplantó al representante del Ministerio Público. A fines del 2007 se le condenó por este caso ya que esta operación fue una excusa para sustraer pruebas incriminatorias en su contra.

LA «CTS» DE VLADIMIRO

En julio de 2009, Fujimori fue condenado por el caso del pago de 15 millones de dólares a su exasesor Vladimiro Montesinos, como supuesta compensación por sus servicios. Los delitos fueron peculado doloso y falsedad ideológica en agravio del Estado. Según la Procuraduría, el dinero procedía de coimas por la compra de los aviones Mig-29 y Sukhoi por parte de la dictadura al gobierno ruso.

CONGRESISTAS TRANSFUGAS, ESPIONAJE Y COMPRA DE CANAL 10

Fujimori fue condenado a seis años de prisión por el soborno que realizó su asesor Vladimiro Montesinos a un grupo de parlamentarios para que se integraran al oficialismo y el régimen pudiera así recuperar la mayoría en el Parlamento. El tribunal señaló además que el dictador ordenó y planificó el espionaje telefónico contra políticos, periodistas y empresarios. También se le condenó por la compra ilegal de canal 10 y de la línea editorial del diario Expreso en 1999 para emitir información parcializada y alineada a los intereses de la dictadura.

DIARIOS CHICHA

En el 2015 fue condenado por el caso de los «diarios chicha». El delito imputado en aquella oportunidad fue peculado doloso en agravio del Estado. Sin embargo, al año siguiente, esta última sentencia fue anulada por la Corte Suprema. Este caso versa sobre la compra de medios sensacionalistas para favorecer su campaña a su segunda reelección en el 2000.