Aunque los ecos principales del reciente mensaje a la nación de Martín Vizcarra, giraron en torno al anuncio político principal -realización de un referéndum que consulte sobre reelección de congresistas, reforma del CNM, financiamiento de partidos políticos, entre otros-, diversos analistas muestran preocupación respecto a lo sombrío, insuficiente e incierto de lo expuesto por Vizcarra en materia económica, tributaria y de un sector de la economía fundamental: el agro.

Continúa el piloto automático

“Hemos escuchado un discurso muy similar al de anteriores presidentes, sigue primando el piloto económico en la economía, esperando que el crecimiento ocurra debido a la inversión minera sin mayor estrategia de diversificación y articulación multisectorial y de desarrollo rural”, comenta el investigador principal de Grade, Eduardo Zegarra.

Coincide con esta preocupación, el profesor de la PUCP, Pedro Francke: “calificaría (el mensaje) como optimista, súper optimista, tal vez irrealista y continuista (…) muestra una continuidad de una política neoliberal primario exportadora (…) apostando a que los altos precios internacionales lo ayudarán, algo que está en cuestión debido a la guerra comercial internacional”, declaró tras escuchar el mensaje presidencial.

Lo incierto de dichos vientos externos es relevado también por el subdirector de Cooperacción, José De Echave, “preocupa que la economía se apoye en ciertos vientos que vienen de la economía internacional y se deje de lado una serie de ajustes a un modelo económico que a todas luces está agotado”, comentó para Wayka.

Nada sobre los privilegios tributarios

Como recogen los comentaristas consultados por Wayka, el presidente no hizo mención alguna al cúmulo de privilegios tributarios que se estiman en más de 16 mil millones de soles y a medidas tributarias concretas: “(Vizcarra) ha dejado de lado elementos clave (en su discurso), incluso levantados al inicio de su gestión como la reforma tributaria y la eliminación a las exoneraciones tributarias a las grandes empresas, a los bancos, a las empresas mineras, sobre lo que no ha dicho ni una palabra”, comentó el profesor Francke.

Por su parte, el sociólogo e investigador del Grupo Propuesta Ciudadana, Pedro Llanos, también mostró preocupación por las ausencias del discurso en materia tributaria: “no tiene un plan claro de cómo sanear las cuentas fiscales (…) ha sido un discurso sumamente vago en temas de medidas tributarias, no ha desarrollado aspectos como el déficit fiscal, y se ha enfocado en más formalización en lugar de más impuestos; entonces hablamos de cambios sumamente tímidos y conservadores”, comenta Llanos.

Esto, en el caso de la agricultura, es preocupante, en el sentido de que la ampliación del régimen de exoneraciones a los grandes agroexportadores, se ha dejado completamente en cancha del legislativo, algo cuestionado por el economista Zegarra: “está pendiente que el gobierno fije una posición sobre la extensión del régimen especial agrario, una norma que ha entregado enormes beneficios a agroexportadoras que se han apropiado de 150 millones de dólares anuales de remuneraciones de los trabajadores y de enormes exoneraciones tributarias a cambio de nada”, acotó Zegarra, preocupado.

Un sector fundamental que apenas se mencionó

Son escasas las menciones al sector agrícola, que emplea a casi uno de cuatro trabajadores peruanos. Una de estas menciones fue sobre el “Plan Nacional de Cultivos”, anuncio sorpresivo para Zegarra: “(…) este plan es un misterio, sería bueno que el ministro hable más de qué se trata para más de 2 millones de pequeños productores que no reciban desde hace mucho tiempo políticas específicas de desarrollo”.

Zegarra ensaya algunos contenidos que debería tener dicho plan: “por ejemplo, cuáles serían los instrumentos de fomento agropecuario, o qué va a pasar con el crédito, con la desactivación de Agrobanco a pedido de los banqueros”.

Sobre la meta del sector agroexportador a 7 mil millones de dólares, anunciada por Vizcarra, Zegarra comenta que no tiene mucho sentido: “porque el sector viene creciendo gracias a la demanda externa, no gracias a una política específica del gobierno de turno (…) pero además dicha cifra parece inviable al ser un incremento del 40%, lo cual me parece exagerado”.