Redacción Wayka
¿Es coincidencia que trasladen a Keiko Fujimori del penal Santa Mónica de Chorrillos hasta el distrito de Pueblo Libre para internarse en la misma clínica, donde su padre se mantuvo por 112 días para evadir la prisión? Los nexos entre el fujimorismo y la Clínica Centenario descartan cualquier coincidencia.
Fuerza Popular, para suerte de algunos de sus líderes que están en prisión, mantiene un evidente lazo con varios directores de la Asociación Peruano Japonesa, organización a la que la Clínica Centenario pertenece.
Empezando por la cabeza, Abel Fukumoto Sato, quien actualmente es presidente de dicha asociación, es cercano al congresista fujimorista Marco Miyashiro, según un informe publicado hoy en el semanario ‘Hildebrandt en sus trece’. En marzo de este año, el congresista Miyashiro, que preside la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Japón, asistió en marzo de este año a la juramentación de Fukumoto Sato como presidente.
Más vínculos. Hace cinco años, en las elecciones municipales de 2014, se postuló con Fuerza Popular para regidora de Jesús María, Maritza Higa Taira, quien actualmente es la directora de Asistencia Social de la Asociación Peruano Japonesa.
El Departamento de Deporte de la misma asociación está a cargo de Arturo Makino Miura, quien también es gerente general de Almacenes Internacionales S.A.C (Alinsa), empresa en la que los hermanos Sachi, Hiro y Kenji Fujimori son socios. Arturo Makino, además, es hijo de Roberto Makino, exdirector de la ONG Apenkai, investigada a inicios del régimen fujimorista por indicios de haber traficado donaciones de Japón.
Un día antes de que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski indultara a Alberto Fujimori, el 23 de diciembre de 2017, la gastroenteróloga de la clínica Centenario, Marilú Suárez Mayuri, fue al penal a examinar a Fujimori y en su diagnóstico apuntó: «se decide evacuación de urgencia para internamiento en Clínica Centenario Peruano Japonés».
Inmediatamente, Fujimori fue trasladado a la clínica y al día siguiente, a pesar de que sabía que le costaría la vacancia, el entonces presidente Kuczynski le concedió el indulto que arrastró una serie de irregularidades. En ese entonces, la Asociación Peruano Japonés era presidida por Jorge Kunigami Kunigami, quien entre 1993 hasta el 2000 dirigió el Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel).